MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
Un estudio elaborado Por Fundación Naturgy advierte de que el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM por sus siglas en inglés), adoptado en 2023 por la Unión Europea, podría afectar a la competitividad de la industria del continente si no se diseña de forma adecuada.
Fundación Naturgy ha presentado este viernes este documento, titulado 'El Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) de la UE', elaborado por Compass Lexecon, en el que se repasan los principios económicos, los impactos a esperar y las cuestiones pendientes del CBAM.
A través de un repaso de la historia y los principios que han llevado hasta el mecanismo actual, los autores plantean cuáles son los puntos importantes que abordar para la fase de implementación (2026-2034) en un contexto en el que la competitividad de la industria europea está considerada prioritaria.
El informe pretende ser un marco mejorado para abordar la fuga de carbono ante el riesgo de la deslocalización de actividades industriales a países donde no se tiene que pagar un precio del carbono.
Hasta la fecha, el riesgo de fuga de carbono se ha mitigado mediante derechos de emisión gratuitos y la compensación indirecta de los costes de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), por lo que el CBAM nace para sustituir estos dos sistemas y a la vez incentivar a los productores de terceros países que exportan a la UE a adoptar tecnologías bajas en carbono, mediante la ampliación de la cobertura de los precios del carbono a las mercancías producidas en otras jurisdicciones y destinadas a ser importadas a la UE.
El CBAM obligará a que ciertos bienes que se importan a Europa estén sujetos a un impuesto fronterizo basado en una estimación de su contenido de carbono y el precio del carbono del Régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE), para igualar las condiciones en términos de coste de las emisiones entre la producción interna y las importaciones, garantizando que se implemente el principio de que "quien contamina paga" para las industrias en riesgo de fuga de carbono y, por lo tanto, incentivar la descarbonización de los productores de fuera de la UE que deseen vender en Europa.
Por otra parte, el CBAM también busca contribuir a un marco de políticas estable y seguro para las inversiones en tecnologías bajas o nulas en carbono, a la vez que minimiza el riesgo de que se eluda la medida.
Para los autores del documento, económicamente, los principios detrás del concepto del CBAM tiene mucho sentido, ya que reflejan la idea de "quien contamina paga", pero la implementación del mecanismo plantea una serie de problemas y desafíos complejos.
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