MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
Las obras de soterramiento de la carretera de Extremadura (A-5) a su paso por el distrito de Latina en Madrid ya han colocado 2.500 pilotes para la estructura de la calzada en sentido entrada, aproximadamente la mitad del total para esta parte.
Así lo comunicó el delegado de Urbanismo, Medioambiente y Movilidad, Borja Carabante, a través de redes sociales, donde explicó que se han instalado 28 metros más de losa.
Estos trabajos forman parte del hormigonado del tercer tramo del soterramiento desde el enlace con la carretera de Boadilla en dirección a la calle Illescas. Actualmente, las obras están centradas en la calzada de entrada a la ciudad. Según informó hace aproximadamente un mes el Ayuntamiento, en ese espacio operan diariamente ocho piloteras, ocho grúas y una veintena de excavadoras.
Los trabajadores han colocado ya 2.500 pilotes, un 45,5% del total de este tramo, que espera terminarse en torno a enero de 2026. El nuevo túnel se está realizando mediante el procedimiento de cortar y cubrir ('cut and cover'), consistente en ejecutar dos pantallas de pilotes a ambos lados del trazado y luego la losa de cubierta para posteriormente excavar debajo de esa losa.
El subterráneo contará con una distribución de tres carriles por sentido en dos vanos. Los carriles más próximos a la mediana en ambas calzadas se diseñan para su uso como carriles bus-VAO, dotados con una señalización variable que permitirá regular su utilización en función de las necesidades del tráfico en cada momento. La flexibilidad de este sistema permitirá la optimización de la infraestructura, adaptándose a la demanda de transporte de manera variable.
AMPLIACIÓN DEL SOTERRAMIENTO
La cubrición de la A-5 permitirá dar continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal que conecta con Madrid Río. Además de recuperar el espacio que ocupa el asfalto para los vecinos, se va a mejorar la movilidad peatonal en transporte público y la viaria, redundando en la mejora de la seguridad vial en el entorno. Se lograrán resolver los problemas de retenciones en conexiones conflictivas como el paseo de Extremadura, Batán y Boadilla.
Una vez concluya la primera fase, el Ayuntamiento de Madrid iniciará la segunda, ligada al desarrollo de la Operación Campamento, cuyo proyecto de urbanización se aprobó en febrero. La segunda etapa supondrá la prolongación del subterráneo.
Inicialmente se había proyectado extender el túnel y posterior bulevar desde la avenida del Padre Piquer hasta la avenida de la Aviación, pero atendiendo a las demandas de los vecinos de Cuatro Vientos, se va a analizar su ampliación hasta el comienzo de la Dehesa del Príncipe, que es donde finalizan las últimas viviendas del barrio, es decir, 700 metros más de lo previsto.
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