MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, presentó este miércoles una herramienta sobre protección de la salud de las empleadas de hogar y para la prevención de los riesgos laborales, al tiempo que alertó de la vulneración de derechos que sigue sufriendo el colectivo, con especial atención a las mujeres migrantes y a las internas, con un grado de precariedad que "no es compatible con la democracia".
Junto a Díaz, estuvo presente en el acto la ministra de Igualdad, Ana Redondo; la directora del Instituto Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo (Insst), Aitana Garí, y asociaciones de trabajadoras del hogar, un sector altamente feminizado.
Díaz elogió el trabajo que realiza el Insst y denunció los "recortes" que aplicó el PP en el Gobierno sobre este y sobre otros organismos como el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Asimismo, dijo que este Instituto es el que validó los modelos de mascarilla en este país.
En su opinión, el objetivo debe ser "que nadie se juegue la salud o la vida por ir a trabajar" y recordó que con el actual Gobierno se ha acabado con la exclusión del colectivo del derecho a indemnización por despido y a la prestación por desempleo, entre otros avances.
También señaló que España ha sido el primer país que "formalizó" el pasado año el "derecho a la salud" de las empleadas de hogar. "Aunque hemos dado muchos pasos, quedan muchas tareas pendientes. Lo sé", precisó Díaz, quien explicó que entre esos retos se encuentra el refuerzo de su derecho a la negociación colectiva, así como mejorar la protección de la situación de las empleadas de hogar internas.
Igualmente, celebró que los Ministerios de Trabajo y de Igualdad hayan cumplido el mandato legal de presentar una herramienta sobre salud laboral de las empleadas domésticas dos meses antes del plazo máximo previsto, lo que "no es habitual en política". "Un país solo es verdaderamente justo cuando protege los derechos de todas las personas que hacen lo principal", remachó.
Al respecto, expuso que los empleadores podrán evaluar los riesgos y sin generarles más cargas ni incrementar sus costes. "Ya no hay excusas", enfatizó Díaz, quien comentó que se responden preguntas "muy sencillas" como si se trabaja con personas dependientes o si se usan productos tóxicos. Tras ello, ofrece pautas para garantizar condiciones adecuadas de trabajo de las empleadas de hogar como asegurar ropa adecuada, descansos e iluminación suficiente.
DATOS DEL COLECTIVO
"Ellas nos dan vida a la sociedad española; no es un sector marginal", prosiguió Díaz, quien destacó que las afiliadas a la Seguridad Social en el régimen de empleo del hogar son 348.667 mujeres y, de esta cifra solo el 5% son homres.
Del total, Díaz detalló que más del 80% tiene 40 años; el 69% de ellas tiene origen extranjero o doble nacionalidad, y más de 38.000 trabajan como internas, "muchas sin horarios, intimidad ni derechos", con un salario medio de 1.015 euros al mes, menos de la mitad del sueldo promedio en España.
En este sentido, animó a que las mujeres a quienes no se les paga ni el salario mínimo interprofesional (SMI) denuncien, lo que se puede hacer de forma anónima. "Y si no os atrevéis, id a un sindicato", arengó.
Y es que, la vicepresidenta segunda mostró su enfado por el hecho de que haya casos en los que a las mujeres se les niega el derecho a la ducha cuando consideran y se las obliga a trabajar sin protección adecuada y asumiendo ellas el coste de la vestimenta. "Esto no es compatible con una democracia y, por eso, hoy decimos basta", sentenció.
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