MADRID, 29 (SERVIMEDIA)
La creación de empresas derivadas de instituciones académicas, denominadas 'spin-offs', del sector salud se incrementa, aunque su crecimiento está viéndose limitado por la dificultad de acceso a financiación, ya que la maduración de una 'spin-off' biomédica requiere entre 7 y 15 años, y una "elevada" inversión de capital.
Así lo desvela el informe 'Evolución y tendencias de la emprendeduría científica española en salud' elaborado por la Fundación Botín y la consultora Inveniam Group, con el objetivo de comprender los desafíos y oportunidades a los que se enfrenta el ecosistema de innovación en ciencias de la vida.
En el documento se analizan las tendencias de creación de estas empresas entre 2001 y 2023, su acceso a financiación y las operaciones de salida (exits), es decir, el momento en que la compañía alcanzó la suficiente madurez para su venta, proporcionando liquidez a los fundadores ya los primeros inversores. Las 'spin-offs' juegan un papel "clave" en la transferencia de tecnología y la generación de soluciones innovadoras a sectores como la salud.
Según este documento, se crearon 199 'spin-offs' surgidas de la investigación pública en el período analizado, concentradas principalmente en biotecnología (57%), seguida de tecnologías médicas (32%) y salud digital (11%). De las cinco instituciones públicas líderes en la creación de 'spin-offs', el polo de Barcelona ocupa las posiciones dos, tres y cinco: la Universidad de Barcelona, con 19 empresas, el Instituto de Investigación del Hospital Vall d'Hebron (VHIR) con 15 y la Universidad Politécnica de Cataluña con nueve 'spin-offs'.
La primera posición está ocupada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con 21 'spin-offs' y en la cuarta posición está la Universidad de Santiago de Compostela (USC), con 11 'spin-offs'. Asimismo, Cataluña lidera la generación de 'spin-offs' en España, con el 55% de las empresas analizadas, muy por delante de otras comunidades como Madrid (11,5%), Comunidad Valenciana y Galicia (7% cada una) o Andalucía (5%), entre otras.
RETO FINANCIERO
La maduración de una 'spin-off' biomédica requiere entre 7 y 15 años, y una "elevada" inversión de capital, por lo que es "esencial" contar con fuentes de financiación adecuadas en cada etapa. El proceso se estructura en diversas fases con soportes específicos y, en el caso de España, existen más limitaciones que en otros mercados "más robustos", reduciendo la competitividad de sus 'spin-offs' frente a sus homólogos en países con mayor acceso a capital y sistemas de inversión "más consolidados".
En la fase pre-semilla, la financiación pública predomina y se centra en la validación de conceptos y la creación de prototipos, con iniciativas como 'CaixaImpulse' de la Fundación "La Caixa", AECC Innova de la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y programas autonómicos de innovación. En la fase semilla, los instrumentos públicos como programas de inversión del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) son "claves", aunque su acceso implica burocracia y co-inversión privada.
Por último, ya en la fase de crecimiento, el capital riesgo nacional e internacional toma relevancia, junto con programas como el EIC Acelerator del Consejo Europeo de Innovación, pero la financiación disponible sigue siendo "insuficiente" frente a los estándares europeos y estadounidenses.
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