El Papa León XIV ha clamado este viernes por la paz "para que los corazones se liberen del odio" y prevalezca la visión "animada por el bien común". "Hoy celebramos la memoria de la Santísima Virgen María Reina, también invocada como Reina de la Paz. Vivamos este día en ayuno y oración, suplicando al Señor por el don de la paz. Oremos juntos para que los corazones se liberen del odio, para que se salga de la lógica de la división y la represalia y prevalezca la visión de conjunto animada por el bien común", ha asegurado en un mensaje en la red social X. León XIV ha convocado para este 22 de agosto -día en que la Iglesia celebra a la Santísima Virgen María Reina- una jornada de oración y ayuno por la paz. A nivel internacional, prácticamente todas las Conferencias Episcopales y diócesis han respondido a este llamamiento, empezando por la Conferencia Episcopal Italiana, con el cardenal Matteo Zuppi llamando inmediatamente a "intensificar la oración por una paz desarmada y desarmante", numerosas diócesis y movimientos religiosos en Italia se han movilizado. Asimismo, la Conferencia Episcopal Española también anunció en un comunicado que ha respondido a la invitación del Pontífice, a través de una carta dirigida a los obispos en la que los instaba a "intensificar la oración y los esfuerzos en favor de la paz".
NUEVO MENSAJE A LA UNIDAD Y A LA PAZ
Por otro lado, según informa 'Vatican News', el Papa también ha hecho un llamamiento a la unidad y a la paz en la Semana Ecuménica de Estocolmo, que se celebra del 18 al 24 de agosto, en un mensaje en inglés dirigido a los asistentes. "La paz no es meramente un logro humano, sino un signo de la presencia del Señor entre nosotros y esto es tanto una promesa como una tarea, ya que los seguidores de Cristo están llamados a convertirse en artífices de la reconciliación", ha indicado. "Esto es tanto una promesa como una tarea, ya que los seguidores de Cristo están llamados a convertirse en artífices de la reconciliación", escribió el Pontífice, recordando que los cristianos deben afrontar la división con valentía, la indiferencia con compasión y llevar sanación donde hay heridas. La Semana Ecuménica de Estocolmo, organizada por el Consejo de Iglesias Cristianas de Suecia, celebra este año el centenario de la Conferencia Universal Cristiana sobre Vida y Trabajo de 1925, una etapa importante en el nacimiento del movimiento ecuménico moderno. De hecho, en su discurso, el Papa ha recordado este acontecimiento y ha destacado también otra importante conmemoración ecuménica: el 1700 aniversario del primer Concilio Ecuménico de Nicea. En ese Concilio, celebrado en el año 325, obispos procedentes de todo el mundo "articularon la fe que sigue uniendo a los cristianos entre sí". "Aunque la Iglesia católica no estuvo representada en ese primer encuentro, puedo afirmar, con humildad y alegría, que hoy estamos a su lado como compañeros discípulos de Cristo, reconociendo que lo que nos une es mucho mayor que lo que nos divide", ha destacado.
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