Pide a Naciones Unidas que se retracte "inmediatamente" y que emita una disculpa pública El Gobierno congoleño alerta sobre "la contradicción fundamental entre la retórica" del grupo "y sus acciones sobre el terreno"
El grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) ha rechazado "categóricamente" este viernes el informe de la ONU en el que elevaba a cerca de 320 los civiles muertos por ataques achacados a los milicianos entre el 9 y el 21 de julio en la región congoleña de Kivu Norte, en el noreste de República Democrática del Congo (RDC). "Estas acusaciones constituyen una flagrante tergiversación de los hechos, una violación de la imparcialidad y un grave quebrantamiento de la credibilidad institucional de Naciones Unidas", reza un comunicado, en el que agrega que se ha basado en "acusaciones infundadas sin respaldo fáctico". Asimismo, ha agregado que han tenido "fallos metodológicos y sesgo injustificable" y han hecho uso de "fuentes comprometidas y no fiables", citando a fuentes interesadas en el conflicto como es el caso de milicias aliadas al Ejército congoleño. Por otro lado, ha criticado la "omisión deliberada de las atrocidades documentadas del régimen de Kinshasa", mientras que ha denunciado las "masacres sistemáticas" de las fuerzas gubernamentales y milicias contra población civil, incluidos ataques con drones. En este sentido, ha pedido a Naciones Unidas que se retracte "inmediatamente" y que emita una disculpa pública, que realice una investigación "independiente de los orígenes de estas falsas acusaciones" y el "fin de la parcialidad institucional" del organismo internacional.
KINSHASA CONDENA "ENÉRGICAMENTE" LA MUERTE DE MÁS DE 300 CIVILES
Por su parte, el Gobierno congoleño ha condenado "enérgicamente la masacre de más de 300 civiles" perpetrada por el M23 durante el mes de julio en varios lugares de Kivu Norte: "Esta cifra de muertos, una de las más altas registradas desde el resurgimiento del M23, es un trágico recordatorio del horror de la masacre de Kishishe", ha dicho, en referencia al caso de diciembre de 2022. El Ministerio de Comunicación ha lamentado a través de un comunicado que la información recopilada y corroborada por la ONU "confirma que la mayoría de las víctimas, incluidas numerosas mujeres y niños, eran civiles indefensos ejecutados sumariamente en sus campos o aldeas", mientras que ha remarcado que "estos atroces crímenes ocurren durante el periodo de alto el fuego". En este contexto, ha denunciado "la flagrante violación de los compromisos firmados en Doha" y ha alertado a la comunidad internacional, en particular a mediadores y facilitadores del proceso de paz, sobre "la contradicción fundamental entre la retórica" del grupo rebelde "y sus acciones sobre el terreno". Así, la cartera ministerial ha agregado que "ningún proceso de paz puede prosperar en silencio ante el horror" y "la protección de la vida humana sigue siendo innegociable y un elemento central de la acción del Estado". El Gobierno congoleño y el M23 firmaron el 19 de marzo en Qatar una declaración de principios por la que se comprometían a parar los combates y negociar, medio mes después de que las autoridades de RDC y las de Ruanda sellaran también un acuerdo de paz con mediación de Estados Unidos.
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