Teherán dice que abordará con Moscú y Pekín la posible reimposición de sanciones retiradas tras el acuerdo de 2015
El Gobierno de Irán ha confirmado este lunes que mantendrá el martes una reunión trilateral con Rusia y China para abordar la situación en torno a su programa nuclear, al tiempo que ha descartado que planee contactos con Estados Unidos, después de confirmar que esta semana mantendrá conversaciones con el conocido como E3 --integrado por Francia, Reino Unido y Alemania-- sobre este asunto. "Mañana mantendremos consultas trilaterales con Rusia y China en Teherán a nivel de directores generales, consultas que abordarán el mecanismo 'snapback'", ha dicho el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei, en referencia al sistema que reimpondría las sanciones tras el acuerdo nuclear de 2015. "Rusia y China son miembros del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) --nombre oficial del acuerdo nuclear de 2015-- y pueden jugar un papel en cualquier proceso en el Consejo de Seguridad de la ONU", ha señalado, antes de reiterar que "no hay motivo legal o lógico para reimponer las sanciones retiradas con el PAIC", según ha informado la agencia iraní de noticias Tasnim. Asimismo, Baqaei ha reseñado que "no hay planes para hablar con Estados Unidos", pese a los contactos con los países europeos. "Desde nuestro punto de vista, la diplomacia es una oportunidad para proteger nuestros intereses nacionales y, si llegamos a la conclusión de que es viable, no dudaremos en usarla", ha zanjado. El propio Baqaei afirmó el domingo que Teherán dio una respuesta positiva a la "solicitud" del E3 para celebrar una nueva ronda de negociaciones acerca de su programa nuclear con representantes de estos tres países, un encuentro que tendrá lugar el 25 de julio en la ciudad de Estambul. El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, ya pidió el viernes a la Unión Europea (UE) y los países del E3 que "actúen con responsabilidad" y no reactiven las sanciones contra Teherán por las tensiones en torno a su programa nuclear, al tiempo que recordó que fue Estados Unidos el que abandonó en 2018 el PAIC y el que se sumó a la ofensiva lanzada el 13 de junio por el Ejército israelí contra el país centroasiático, si bien desde el 24 de junio hay un alto el fuego en vigor. El conflicto estalló después de que Israel lanzara una ofensiva militar contra el país centroasiático --que respondió lanzando cientos de misiles y drones contra territorio israelí--, a la que se sumó el 22 de junio Estados Unidos con una serie de bombardeos contra tres instalaciones nucleares de Irán --las de Fordo, Natanz e Isfahán--. Israel afirmó que el objetivo de su ofensiva era hacer frente a un supuesto programa de armamento nuclear por parte de Teherán, en unos ataques lanzados apenas dos días antes de una nueva reunión programada entre Irán y Estados Unidos, que iba a ser la sexta, para intentar alcanzar un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear iraní, después de que Donald Trump anunciara en 2018, durante su primer mandato, la retirada unilateral de Washington del histórico pacto alcanzado en 2015, que incluía numerosas inspecciones y limitaciones al programa de Teherán.
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