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Museo Pablo Serrano, 30 años como locomotora de la modernidad de Aragón en el arte español | |||
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El Museo Pablo Serrano de Zaragoza celebra su 30 aniversario reivindicando tres décadas en las que se ha empleado a fondo en ejercer su papel como locomotora del arte contemporáneo aragonés y su influencia a nivel nacional, y como guardián de una modernidad "que asombra y conmueve al mundo", en contraposición al cliché que se ha difundido históricamente de esta región. "Estamos extraordinariamente orgullosos", ha expresado en declaraciones a Europa Press el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, quien ha resumido los 30 años del museo como "un esfuerzo titánico de todos los aragoneses" hasta convertirse en "un centro de referencia nacional para comprender la importancia de lo aragonés en el desarrollo de la modernidad española". Olloqui ha afirmado que el museo "tiene una personalidad muy definida" al ser el espacio que "guarda la memoria del origen de la modernidad en España de las artes plásticas", que no habría sido posible "sin la presencia de los aragoneses y las aragonesas". Entre ellos ha citado a "grandes maestros" como el escultor Pablo Serrano, que le da nombre, Manuel Viola, Antonio Saura o Juana Francés, sino también quienes les precedieron, creadores "con una extraordinaria sensibilidad que inventaron una forma de pintar distinta que se alejaba de la pintura figurativa", y quienes les sucedieron, que también tienen su espacio un centro que es "la casa de la cultura contemporánea en Aragón y que hace una apuesta radical por los nuestros". "Todo arrancó con la donación de Pablo Serrano de buena parte de su obra", ha señalado Olloqui, un legado que contenía "un mensaje muy importante que hemos sido capaces de ir comprendiendo con el paso de los años": que la ciudadanía tomara conciencia de "la modernidad y la vitalidad aragonesa". "LO ARAGONÉS ASOMBRA Y CONMUEVE AL MUNDO" "Ese elemento es central para comprender que la aragonesidad, tiene componentes de modernidad extraordinarios. Lo aragonés asombra y conmueve al mundo", ha destacado el director general, citando esa forma de expresión "tan singular" que se reconoce en todos los artistas de esta tierra desde Goya a la actualidad. Olloqui ha dejado claro que "Aragón ha sido, es y será moderno" y que ese embrión de modernidad que se da en las artes plásticas es también "un elemento fundamental para comprendernos en el futuro". Frente a la identificación habitual de Aragón como "un elogio de la antimodernidad, de una ruralidad mal entendida o incluso del catetismo", el Pablo Serrano se erige como "un vehículo de expresión de la modernidad aragonesa", negada durante muchos años, y de la "nueva aragonesidad" que "entre todos estamos construyendo". UNA HISTORIA CON CONTRATIEMPOS Aunque ahora se conmemora el 30 aniversario, el origen del Instituto Aragonés de Arte y la Cultura Contemporáneos (IAACC) Pablo Serrano, que es su nombre oficial, se remonta diez años atrás, a 1985, cuando el escultor turolense (Crivillén 1908-Madrid 1985) dona al pueblo aragonés gran parte de su legado artístico para cumplir con su deseo de que un museo albergase su obra. Ello se materializa el 29 de julio de 1985, apenas cuatro meses antes del fallecimiento del artista, con la firma del acta de creación de la Fundación-Museo Pablo Serrano. El centro abre sus puertas el 27 de mayo de 1994, pero poco después la Fundación-Museo Pablo Serrano entra en quiebra por el esfuerzo económico que supuso la rehabilitación de los antiguos talleres del Pignatelli para ubicar su sede, hasta el extremo de que queda disuelta sólo un año después de su inauguración. Ello lleva a que el Gobierno de Aragón acepte los bienes, derechos y obligaciones de la fundación disuelta y, el 5 de julio de 1995, cree el IAACC Pablo Serrano, como heredero de la Fundación Museo Pablo Serrano y del Museo Aragonés de Arte Contemporáneo, concebido vía decreto dos años antes y que aún no contaba con una sede. COLECCIONES Además del legado de Pablo Serrano (1985) y el de su esposa Juana Francés (1990), el Gobierno autonómico ha ido formando en las últimas décadas su colección propia de arte contemporáneo, que comprende más de 5.000 obras, principalmente de artistas aragoneses, como Fermín Aguayo, José Manuel Broto y Víctor Mira, y de miembros de grupos como El Paso o Zaragoza. Serrano y el resto de artistas contemporáneos comparten espacio con exposiciones temporales donde el apoyo a los creadores actuales está "muy presente", ha asegurado a Europa Press el director del IAACC, Julio Ramón. El visitante también podrá admirar un edificio que destaca por su "gran espectacularidad" en su concepción arquitectónica, especialmente tras su ampliación entre 2007 y 2011, e incluso disfrutar de una de las mejores vistas de la capital aragonesa cuando se abre su terraza. El crecimiento de la colección se ha producido a partir de donaciones, legados, depósitos, daciones en pago de impuestos y compras del Gobierno de Aragón, entre las que destaca la adquisición, en 2013, de la colección Circa XX, de Pilar Citoler, con creaciones de artistas del panorama nacional e internacional desde 1910 hasta el siglo XXI, que incluyen piezas de referentes del arte contemporáneo como Andy Warhol, Le Corbusier, Picasso, Miró, Tàpies, Chillida, José Manuel Broto o Francis Bacon, que desde entonces se exponen en Zaragoza. Se trata de una de las más importantes colecciones privadas de arte contemporáneo internacional, formada durante cinco décadas, que reúne 1.241 obras que abarcan desde las técnicas clásicas --pintura y escultura-- como un importante conjunto de obra sobre papel y otras expresiones artísticas como la fotografía y el vídeo. La colección fundacional de Pablo Serrano aúna más de 1.500 obras entre esculturas, dibujos, estampas y 'collages' que muestran la evolución artística del turolense, desde sus primeras creaciones, realizadas durante su estancia en Uruguay, hasta sus series producidas en España --'Toros', 'Hierros', 'Quema del objeto', 'Bóvedas para el Hombre', 'Fajaditos'-- y sus posteriores reinterpretaciones, como la del retrato de Antonio Machado. De la pintora Juana Francés (Alicante 1924-Madrid 1990), el museo zaragozano alberga más de 150 obras entre pintura, dibujo, obra gráfica y escultura, a través de las cuales se puede contemplar el complejo universo poético de la única mujer que formó parte del grupo 'El Paso', transitando entre la figuración y la abstracción, además de ser una de las introductoras del informalismo en España y ser pionera en el uso de técnicas como el acrílico, la encáustica o el 'collage' con materiales de deshecho. EL FUTURO De cara al futuro, vencidas las dificultades interpuestas en el camino en los últimos 30 años, el IAACC Pablo Serrano pretende mantener su compromiso de ser el guardián de "la memoria de la cultura aragonesa contemporánea", con los "moradores culturales aragoneses que conectan la contemporaneidad con los grandes maestros", ha avanzado Olloqui. Seguirán, por tanto, "volcados" en la organización de exposiciones de "calidad extraordinaria" que aborden todos los elementos de las artes plásticas, la cerámica, el grabado, la pintura, la escultura, así como en el apoyo a los nuevos creadores locales que, con sus nuevas vanguardias, "siguen abriendo camino en la modernidad española desde esa mirada característicamente aragonesa". "Vamos a apostar por los nuestros", ha reivindicado el director general, remarcando que "esta es una casa de las artes plásticas de la cultura aragonesa" y que el deseo del conjunto del Gobierno es "que el conjunto de los aragoneses se enamoren de este museo porque es una forma de enamorarse de la cultura contemporánea aragonesa" y ello es necesario para "viajar hacia el futuro" y para "creer con amor en todo Aragón". |
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