La Almadraba de La Azohía, ANSE y WWF han firmado un convenio de colaboración para mejorar el manejo de especies marinas en peligro o amenazadas con el objetivo de reducir su mortalidad y mejorar el estado de sus poblaciones. Gracias a este acuerdo, más de 30 mantarrayas se han marcado y liberado en abril y mayo en la Almadraba de La Azohía (Cartagena), un hito en la conservación de esta especie en el Mediterráneo. La almadraba de La Azohía (Cartagena) es un arte de pesca tradicional, la única de este tipo que aún desarrolla su actividad en las costas mediterráneas de la Península Ibérica. Durante esta primavera, 32 ejemplares de mantarrayas, raya gigante o 'cornuda' (Mobula mobular), han sido capturadas accidentalmente por las redes de este arte ancestral y objeto de seguimiento por parte de los técnicos de ANSE y WWF España. De los animales atrapados, 30 fueron equipados con marcas externas tipo dardo y cuatro de ellas fueron marcadas también mediante marca satelital. El ejemplar de mayor tamaño midió 4 metros, y la más pequeña 90 centímetros, nacida probablemente el mismo día en la almadraba, según informaron fuentes de ANSE en un comunicado. Esta aparición, poco habitual en el sureste peninsular, ya ocurrió en 2024. Este año se hizo un seguimiento sobre 28 ejemplares de entre 1,10 y más de 3,50 metros de envergadura, mediante el uso de marcas externas tipo dardo, insertadas bajo la piel en la zona dorsal de la aleta. Dos ejemplares pudieron ser equipados también con marcas satelitales gracias a la colaboración de WWF España, desplazándose uno de ellos hasta las aguas del canal de Ibiza hasta que se desprendió la marca; la otra perdió la marca pocos días más tarde por causas desconocidas. Todos los animales capturados fueron liberados vivos, tras su marcaje, transportándose en una red levantada por la grúa de una de las embarcaciones de la almadraba, desde el 'copo' hasta la zona externa del 'cuadro', cuando era necesario con ayuda de los buzos, comprobando en todos los casos que las mantarrayas se alejaban nadando sin daño aparente, salvo uno de los ejemplares, más allá de roces y pequeñas heridas superficiales. Técnicos de ANSE, presentes en casi todas las capturas de mantas de esta primavera, han colaborado para documentar y encontrar las mejores soluciones para el manejo de esta y otras especies amenazadas. Por otro lado, durante el mes de mayo se han registrado más de una veintena de casos de varamientos y aparición de ejemplares de manta cerca de la orilla en diferentes puntos del litoral mediterráneo español, algunos de los cuales han muerto. Algunos de estos ejemplares presentaban anzuelos, ninguno de ellos se corresponden con las mantarrayas marcadas en la almadraba de La Azohía. Diferentes grupos investigan si hay una causa común que explique la mayoría de estas llegadas de mantas a las playas mediterráneas españolas, mientras aumentan las observaciones desde embarcaciones en diferentes lugares de la costa. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que se celebra esta semana en Niza (Francia), WWF realizó este miércoles un llamamiento mundial a la acción para detener el declive y asegurar el futuro de tiburones y rayas. En el llamamiento, la organización pide a los gobiernos que se comprometan a impulsar acciones urgentes, basadas en la evidencia científica y coordinadas --a nivel nacional, regional y mundial-- para revertir el declive poblacional y asegurar la supervivencia a largo plazo de estas especies vitales e icónicas. Hasta el momento más de 50 organizaciones se han adherido y países como España, Francia, Reino Unido, Ecuador, Panamá o Australia. La mantarraya es la mayor de las especies de la familia de las rayas y torpedos en el Mediterráneo, pudiendo superar los cinco metros de envergadura. Se trata de un animal poco conocido hasta comienzos del siglo XXI en las costas españolas, donde había sido observado de manera ocasional en puntos de las costas del sureste, Comunidad Valenciana, Cataluña e Islas Baleares. Se trata de un pez de hábitos pelágicos (aguas abiertas y profundas principalmente), que se alimenta de plancton y peces pequeños, y que realiza migraciones estacionales, en las que pueden concentrarse desde unos pocos a decenas de individuos, con fines de alimentación y reproducción. La especie se encuentra catalogada como 'En Peligro' por la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), debido principalmente a una baja tasa de natalidad, ya que tienen solamente entre una y dos crías cada dos o tres años, y a su captura accidental en diversas artes de pesca.
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