El Papa León XIV ha pedido a los sacerdotes que sean "ejemplares" y "no huyan" ante los "desafíos" de la actualidad, como la violencia, las desigualdades y la pobreza. Así lo ha expresado este jueves en una audiencia concedida al clero de la diócesis de Roma. "¡Comprometámonos todos a ser sacerdotes creíbles y ejemplares! Somos conscientes de los límites de nuestra naturaleza y el Señor nos conoce en profundidad; pero hemos recibido una gracia extraordinaria, se nos ha confiado un tesoro precioso del que somos ministros, servidores. Y al servidor se le exige fidelidad", ha subrayado. Así, les ha advertido de que nadie está exento "de las seducciones del mundo y de la ciudad, con sus mil propuestas". "Si juntos tratamos de ser ejemplares dentro de una vida humilde, entonces podremos expresar la fuerza renovadora del Evangelio para cada hombre y cada mujer", ha enfatizado. El Pontífice ha reiterado a los sacerdotes su deseo de "conocerlos de cerca para comenzar a caminar juntos" y les ha agradecido "la vida entregada al servicio del Reino, por tanta generosidad en el ejercicio del ministerio, por todo lo que viven en silencio y que, a veces, va acompañado de sufrimiento o de incomprensión". "Ejercen servicios diversos, pero todos son valiosos a los ojos de Dios y en la realización de su proyecto", ha subrayado. En concreto, sobre el clero de Roma, el Papa León XIV ha destacado dos conceptos, "la unidad y la comunión". Esta última, según ha afirmado, se ve favorecida en Roma por la vida común "en las casas parroquiales, los colegios u otras residencias". "Sabemos que esta comunión hoy está obstaculizada por un clima cultural que favorece el aislamiento o el ensimismamiento. Ninguno de nosotros está exento de estas amenazas que ponen en riesgo la solidez de nuestra vida espiritual y la fuerza de nuestro ministerio", ha advertido. Por ello, ha invitado a prestar atención a las relaciones interpersonales y "especialmente" a "ese sentimiento de cansancio que surge por haber vivido dificultades particulares, por no haberse sentido comprendidos y escuchados, o por otras razones". "Quisiera ayudarlos, caminar con ustedes, para que cada uno recupere la serenidad en su ministerio; pero precisamente por eso les pido un impulso en la fraternidad presbiteral, que hunde sus raíces en una vida espiritual sólida, en el encuentro con el Señor y en la escucha de su Palabra", ha insistido. Por otra parte, el Pontífice ha animado al clero a reavivar la vocación en un tiempo de desafíos marcados por "violencia" y "muerte". "Nos interpelan las desigualdades, las pobrezas, tantas formas de marginación social, el sufrimiento extendido que toma la forma de un malestar que ya no perdona a nadie", ha avisado. "¡Estamos llamados a abrazar estos desafíos, a interpretarlos evangélicamente, a vivirlos como ocasiones de testimonio! ¡No huyamos ante ellos!", ha reclamado.
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