El golfista español Jon Rahm vuelve a la carga desde este jueves en el US Open en busca de su tercer 'Grand Slam', después de la demostración hace un mes de que puede darse la oportunidad y con el reto añadido que supone el Oakmont Country Club, en Pensilvania. Rahm será el representante español junto a un Josele Ballester que estrena su condición de profesional. El vasco tapó muchas bocas sobre su nivel en el Campeonato de la PGA rozando una remontada gloriosa hasta ponerse líder el domingo después de nueve hoyos, pero encontró la respuesta férrea del número uno del mundo, Scottie Scheffler, y se derrumbó en los tres últimos hoyos en Quail Hollow. Pese a la "píldora difícil de tragar" de ese desenlace, el de Barrika demostró que sigue siendo uno de los mejores jugadores del mundo, aunque en el LIV Golf no luce como antaño, y en el tercer 'major' de la temporada, Rahm tratará de encontrar otra oportunidad de estar en la pelea, muy probablemente de nuevo contra Scheffler. El estadounidense, que empezó 2025 con el accidente casero por Navidad, despegó justo antes del PGA, con su victoria por ocho golpes en el THE CJ CUP Byron Nelson, y en el segundo 'Grand Slam' del curso sacó el juego y la mentalidad que no encuentran rival en los últimos años. A Pensilvania, también llega enchufado. El número uno venció en el Memorial Tournament para seguir en su línea antes de Oakmont, donde debutó hace nueve años en su primer US Open igual que Rahm dio el salto profesional como el mejor jugador amateur del mundo. Por décima vez, en aquella última venció Dustin Johnson, el Abierto de Estados Unidos vuelve al recorrido cercano a la costa este, a la orilla del río Allegheny. La tradicional exigencia de los campos del US Open se multiplica a su llegada a Oakmont, un campo de ondulaciones, verdaderas trampas en los 'bunkers', 'rough' espeso y unos 'greens' muy, muy rápidos, para castigar cada golpe malo. Para muchos, el campo más exigente al que se han enfrentado obliga a otro candidato como Rory McIlroy a despejar sus últimos vaivenes con el 'drive' en Canadá. El número dos del mundo tuvo un arranque de temporada pletórico, con tres victorias incluido el Masters con el que cerró su 'Grand Slam' y también le llegó un lógico bajón de motivación. El norirlandés tendrá que salir de ese relax para confirmar las quinielas del US Open, donde entran también Bryson DeChambeau, Ludvig Aberg, Shane Lowry o Xander Schauffele.
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