
PhotoEspaña 2025 y el Teatro Real han organizado la exposición 'El sueño de una noche de verano', en homenaje a la fotógrafa británica Julia Margaret Cameron en el marco de la temporada dedicada al escritor William Shakespeare.
La exposición, organizada en colaboración con el British Council, reúne una selección de obras procedentes del archivo de la fotógrafa, muchas de ellas inspiradas directamente en el universo de Shakespeare, que sitúan a la artista en sintonía con la programación operística del Teatro Real.
En la próxima temporada 2025-2026 del Real, cuatro óperas y un ballet evocarán a William Shakespeare como fuente inspiradora de artistas de todos los tiempos: La reina de las hadas, de Henry Purcell; Otello, de Giuseppe Verdi; Romeo y Julieta, de Charles Gounod; El sueño de una noche de verano, de Benjamin Britten, y el espectáculo de danza Julieta y Romeo interpretado por el Ballet Real de Suecia.
Julia Margaret Cameron comenzó su trayectoria como fotógrafa a los 48 años, cuando su hija le regaló una cámara. Pronto volcó en ésta su sensibilidad estética y su pasión creativa, que supusieron una introducción al mundo de la fotografía artística y el fotomontaje.
Representando escenas propias de los 'tableaux vivant' de la época, Cameron retrató a célebres intelectuales como Charles Darwin o Lord Tennyson, así como a personajes anónimos de su entorno doméstico, creando imágenes cargadas de dramatismo, buscando, con cierta intención metafísica, mostrar la belleza interior de lo humano, en una especie de unión alegórica con lo divino.
La muestra celebra el legado artístico de una mujer visionaria, precursora de la fotografía escenificada y una de las primeras en reivindicar la fotografía como una disciplina artística por derecho propio. Cameron hilvana un diálogo alegórico con la literatura, el renacimiento y el imaginario bíblico, creando escenarios donde los grandes temas del relato humano - la belleza, la tragedia, el amor, la verdad - se expresan magistralmente a través de luces, gestos y miradas.
Cameron rompió con los cánones técnicos de su época, y la falta de nitidez, el efecto flou o las manchas de dedos, son firmas características de su obra, convirtiéndola en una avanzada a su tiempo, que se anticipó al propio pictorialismo fotográfico. La defensa de lo estético frente a lo técnico, de lo poético frente a lo real, son manifiesto de la visión desde la que trabaja la fotógrafa, priorizando la creación artística como praxis fotográfica frente a la tendencia dominante del documentalismo.
A pesar del desprecio de muchos de sus contemporáneos, su obra ha perdurado y se ha consolidado como una de las más influyentes del siglo XIX. Esta exposición busca poner en valor su aportación única al lenguaje visual moderno y su particular interpretación del legado shakespeariano, que sigue fascinando al público más de 150 años después.
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