
Un total de 103 centros de Baleares se han adherido al manifiesto impulsado por la Assemblea de Docents contra el "pacto de la vergüenza" de PP y Vox.
Así, un centenar de centros se han sumado al llamamiento de la Assemblea de Docents para expresar su rechazo al acuerdo presupuestario con la lectura del manifiesto en los centros durante este miércoles, según han informado desde la Assemblea.
En el manifiesto, denuncian el "retroceso social y educativo gravísimo" que supone el acuerdo y expresan su "rechazo más contundente" a unas políticas que, a su parecer, menosprecian la educación pública, atacan la enseñanza en catalán y ponen en riesgo los valores de la tolerancia, la solidaridad, los derechos humanos y la igualdad.
Para estos docentes, el acuerdo no da respuesta a los problemas reales de los centros educativos sino que "los agravia e instrumentaliza". Las medidas, consideran, "destilan xenofobia" y "no tienen otro objetivo que reforzar sus campañas de odio contra las personas migrantes y el colectivo vulnerabilizado como los menores no acompañados".
"Estos niños son nuestros alumnos y no permitiremos que los criminalicen", advierten, agregando que el pacto quiere "destruir" uno de los ejes vertebradores de la sociedad e instrumento indispensable de inclusión y de cohesión social, como es la enseñanza en lengua catalana.
En este sentido, reza el manifiesto, no permitirán que "su sectarismo hunda la igualdad de oportunidades entre el alumnado, venda de donde venga".
Por otro lado, censuran que el pacto también "alimenta el negacionismo climático", desafiando el pensamiento crítico y el rigor científico que estos docentes quieren enseñar y, por último, "atenta" contra los valores y la memoria democrática.
"Ante esto, es nuestra responsabilidad boicotear sus efectos y hacer que estos acuerdos sean papel mojado cuando lleguen a los centros", subrayan.
Igualmente, reclaman una escuela inclusiva, democrática, crítica y que promueva el bien común, una educación pública y de calidad, con recursos suficientes y con unas condiciones laborales que dejen de propiciar la huida de docentes, así como el respeto absoluto por la lengua catalana, como eje vertebrado de la identidad y como herramienta de cohesión social.
"Ante los intentos de imposición y de censura, ante los recortes y las amenazas, responderemos con firmeza y dignidad. Porque la educación no es un privilegio, es un derecho, y no dejaremos que nos la quiten. Ni un paso atrás", concluye el texto leído en los centros.
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