Ciudadanos holandeses han comenzado a realizar controles fronterizos en Ter Apel, cerca de territorio alemán, para registrar los vehículos que entran en el país en busca de inmigrantes. Los controles comenzaron en la noche del viernes en una iniciativa criticada ya desde el Ayuntamiento de Westerwolde, que ha alertado del peligro y denunciado que se trata de una acción ilegal. En el control también pararon un furgón policial alemán al que ordenaron a regresar a suelo alemán, informa la televisión pública holandesa NOS. Finalmente se presentaron dos coches de la Policía holandesa, pero no constataron ningún delito. "Había gente en un aparcamiento y eso está permitido", ha explicado un portavoz policial citado por NOS. Los participantes llegaron en diez coches equipados con chalecos reflectantes y bastones luminosos para dirigir el tráfico, según recoge la cadena RTV Noord, que destaca que se trata de una acción de protesta por la política de asilo del país. Desde el Gobierno, el ministro de Justicia, David van Weel, ha instado a no realizar este tipo de controles. "Comprendo la frustración, pero pido que este grupo no haga esto, que pare. Que la policía haga su trabajo", ha apelado. En cambio, el líder del ultraderechista Partido por la Libertad (PVV), Geert Wilders, ha destacado en X esta "fantástica iniciativa". "Debería hacerse en todas las fronteras. ¡Si no se despliega de inmediato el ejército tendremos que hacerlo nosotros mismos!", ha argumentado. Wilders, que ha adelantado que participará él mismo en estas acciones, ha provocado una crisis política al retirar a su partido de la coalición de gobierno precisamente en protesta por la política migratoria, que considera laxa.
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