 El Gobierno federal amenaza con detener al gobernador y a la alcaldesa de Los Ángeles si entorpecen las operaciones
El contigente de más de 2.000 militares de la Guardia Nacional ha comenzado este domingo su despliegue en California ante el comienzo de un nuevo día de protestas contra el servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y su práctica de detenciones de migrantes sin papeles.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la activación de la guardia durante la noche de protestas del sábado, especialmente en las ciudades de Compton y San Bernardino, prácticamente al lado del núcleo urbano de la ciudad de Los Ángeles.
Los miembros de la 79ª Brigada de Infantería de California Norte "han comenzado su despliegue en el área de Los Ángeles y algunos ya se encuentran en el terreno", ha anunciado así en su cuenta de X el Mando Norte del Ejército de EEUU.
El gobernador del estado y uno de los grandes exponentes del opositor Partido Demócrata, Gavin Newsom, ha denunciado que la decisión de Trump es una "provocación" y acusado al secretario de Defensa, Pete Hegseth, de comportarse como un "perturbado" al sugerir que podría desplegar incluso a los marines si persistían los disturbios.
El fiscal federal del Distrito Central de California, que incluye Los Ángeles, ha confirmado más de una decena de detenciones por obstaculizar presuntamente la labor de los agentes, sin dar detalles.
El fiscal, Bill Essayli, declaró en X que los sospechosos fueron detenidos por presuntamente obstaculizar a los agentes federales, aunque no se dieron a conocer detalles, incluidos los posibles cargos exactos. "Seguiremos arrestando a cualquiera que interfiera con la aplicación de la ley federal", ha avisado.
El gobierno estatal ha confirmado ya la presencia de 300 militares de la Guardia Nacional en la ciudad, concretamente en tres puntos de Los Ángeles, según informa la CNN.
También Amnistía Internacional ha criticado el "preocupante" y "peligroso" despliegue de fuerzas militares en respuesta a las protestas. "El despliegue de militares de la Guardia Nacional en Los Ángeles ordenado por el presidente Trump en respuesta a las protestas contra las recientes operaciones de la ICE es profundamente alarmante", ha apfirmado el director ejecutivo de Amnistía en Estados Unidos, Paul O'Brien.
"Esto demuestra que la Administración Trump está dispuesta a hacer lo que sea necesario, incluido el despliegue de fuerzas militares, para combatir y castigar a quienes defienden los derechos humanos", ha añadido.
Para Amnistía "las fuerzas militares no deben estar en nuestros barrios". "La militarización de la inmigración y en respuesta al ejercicio del derecho a la libertad de expresión no debe tener cabida en un país que dice valorar la justicia y los derechos humanos", ha añadido.
Sin embargo, la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, ha defendido la presencia de los militares "para mantener la paz (...) y garantizar que las protestas sean pacíficas".
También el 'zar de fronteras' de Trump, Tom Homan, ha advertido de que las autoridades de California, incluido el gobernador Gavin Newsom o la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, podrían ser detenidos si se enfrentan a la operación federal.
"Es un delito esconconder a sabiendas a un extranjero ilegal. Es un delito impedir a las fuerzas de seguridad hacer su trabajo", ha argumentado en declaraciones a la NBC antes de criticar el "santuario para criminales" en que se ha convertido Los Ángeles.
|