El Ministerio de Exteriores de Francia ha instado al Gobierno de Estados Unidos a "retirar" las sanciones impuestas contra juristas vinculados al Tribunal Penal Internacional (TPI), un día después de que la Administración de Donald Trump haya añadido a su lista negra los nombres de cuatro juezas. El Gobierno galo ha expresado su "solidaridad" con estas magistradas, al tiempo que ha "reafirmado su apoyo sin fisuras" al conjunto del TPI, ya que considera que desempeña un papel "esencial" para combatir la impunidad". En este sentido, ha reiterado que seguirá colaborando para que la corte ejerza su misión "de manera independiente e imparcial". El Departamento de Estado estadounidense anunció el jueves estas últimas sanciones, dirigidas contra la ugandesa Solomi Blungi Bossa, la peruana Luz del Carmen Ibáñez, la beninesa Reine Alapini Gansou y la eslovena Beti Holer, por su responsabilidad en las investigaciones sobre la actividad de Estados Unidos en Afganistán o sobre la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza. Para el TPI, los castigos "constituyen un claro intento de socavar la independencia de una institución judicial internacional que opera bajo el mandato de 125 Estados partes en todo el mundo". En cambio, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dado públicamente las gracias a la Administración Trump por las medidas contra juezas que considera "politizadas". Netanyahu ha valorado las sanciones como "un paso al frente por los derechos de Israel, Estados Unidos y todas las democracias para poder defenderse ante el salvaje terrorismo".
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