El Papa León XIV ha recibido este jueves, por primera vez desde su nombramiento, a los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, el organismo creado por el Papa Francisco en 2014 para asesorar al Pontífice en la promoción de políticas de protección de los menores frente a los abusos. Esta comisión espera entregar al Papa antes de que finalice este año unas directrices universales para la protección de los niños y niñas. Según ha informado el portal oficial del Vaticano 'Vatican News', la institución ha señalado en un comunicado que la reunión ha sido "un momento significativo de reflexión, acción de gracias y renovación del compromiso inquebrantable de la Iglesia con la salvaguardia de los niños y las personas vulnerables". Durante el encuentro, la Comisión informó al Pontífice sobre el estado y los avances de varias de sus iniciativas, incluyendo el Proyecto Memorare, un programa de formación diseñado para apoyar a las Iglesias locales --especialmente en el sur global-- en su compromiso con la protección de los menores y la atención a las víctimas de abusos. Este programa se estructura en torno a tres pilares: la creación de infraestructuras de prevención, la capacitación y el acompañamiento en la aplicación de protocolos de seguridad, y la promoción de redes intercontinentales para compartir conocimientos y fomentar una cultura eclesial de protección, transparencia y comunicación efectiva. El proyecto es adaptable a cada realidad local, respetando su autonomía, pero brindando apoyo esencial para que todas las jurisdicciones eclesiales, sin importar sus recursos, puedan cumplir con su deber de proteger a los más vulnerables. En el encuentro con el Papa también han dialogado sobre el Informe Anual 2024, definido por la comisión como una "piedra angular" de su misión. Este informe, encargado por el Papa Francisco en 2022, tiene como objetivo evaluar la capacidad de respuesta de las iglesias locales en materia de salvaguardia, proporcionando recomendaciones prácticas ajustadas a las realidades específicas de cada región. Según ha explicado la institución, la edición de este año se centra especialmente en las reparaciones. En este marco, han apuntado que están desarrollando un nuevo vademécum, fruto de un estudio teológico-pastoral y de la recopilación de datos sobre prácticas actuales de reparación en la Iglesia universal. El documento se basa en las experiencias vividas por víctimas y supervivientes, y busca orientar a las Iglesias locales a responder con justicia y compasión. Entre otras novedades de este informe, destacan la ampliación del grupo de discusión con víctimas y el hecho de que se ha añadido a los datos eclesiales por país, información del proceso de revisión del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. La institución espera presentar al Papa, antes de final de año, el Marco de Directrices Universales finalizado. Mientras tanto, ha reafirmado su misión de "escuchar, caminar con las víctimas y los supervivientes, y apoyar a todas las comunidades eclesiales".
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