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Al menos 25 personas han muerto en dos ataques perpetrados por personas armadas no identificadas contra una localidad en el estado nigeriano de Benue, situado en el centro del país, en medio del repunte de los incidentes de seguridad en la zona, sumida en una oleada de enfrentamientos por el control de tierras y sus posteriores represalias. Según las informaciones recogidas por el diario nigeriano 'Daily Post', los ataques fueron ejecutados por supuestos pastores contra Edikwu Ankpali, en la zona de Apa, donde los asaltantes abrieron fuego de forma indiscriminada contra los residentes, sin que las autoridades se hayan pronunciado por ahora sobre lo sucedido. Estos incidentes tienen lugar días después de la muerte de más de 40 personas en ataques perpetrados contra varias localidades en Benue. El país cuenta con amplios pastizales en el norte, si bien la desertificación y los ataques del grupo yihadista Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA) han empujado a muchos pastores hacia el sur, entrando en conflicto con los agricultores de la zona. Los pastores fulani, mayoritariamente musulmanes, y los agricultores, fundamentalmente cristianos, han protagonizado enfrentamientos durante décadas en torno a los territorios y los recursos, incidentes que se ven alimentados por la suspicacia entre las poblaciones locales hacia los fulani --también conocidos como peul--, a los que acusan de alinearse con los yihadistas. El principal motivo es que los grupos yihadistas que operan en la región --incluidas las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico-- han aprovechado el descontento y la tradicional marginación de los peul para engrosar sus filas, lo que ha derivado también en acusaciones contra ellos por supuestamente ser miembros de estos grupos.
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