El Gobierno de Perú ha nombrado este miércoles como nuevo representante permanente del país ante Naciones Unidas al ex primer ministro Gustavo Adrianzén, que renunció al cargo a mediados de mayo tras las críticas por los crecientes problemas de inseguridad en el país. El ministro de Exteriores peruano, Elmer Schialer, ha confirmado la designación de Adrianzén durante una rueda de prensa al término del Consejo de Ministros, en la que ha señalado que "se aprobó por unanimidad" al considerar que el exjefe del Ejecutivo "tiene todas las credenciales y capacidades académicas, experiencia política y diplomática, además de formación en los aspectos multilaterales que se requieren para el puesto". El jefe de la diplomacia peruana ha defendido el nombramiento de Adrianzén alegando que "ha ostentado cargos públicos en diferentes gobiernos". "Y ahí se da cuenta de que es un funcionario público de talla, que, a criterio de la Cancillería, es absolutamente adecuado y capaz para desempeñarse ante la ONU", ha añadido durante una comparecencia recogida por el diario 'La República'. El manejo de la inseguridad ciudadana está detrás de la dimisión a mediados de mayo de Adrianzén --que renunció al cargo en la víspera a una sesión parlamentaria convocada para debatir y votar las hasta cuatro mociones de censura en su contra--, si bien fue la negación del secuestro y asesinato de trece personas a principios de mes en una mina de oro en el norte del país, lo que terminó por acelerar su decisión.
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