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Correos limita su plan de crear un banco propio a integrar todos los servicios financieros que ya ofrece | |||
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"Una cosa es decir que vamos a trabajar en el sistema financiero y otra cosa es decir que yo voy a pedir una ficha bancaria", ha admitido Saura durante su participación este miércoles en una comparecencia en el Congreso de los Diputados. El presidente de la mayor empresa pública del país ha descrito algunos de esos servicios financieros que ya opera: 450.000 tarjetas prepago dadas de alta, 70.000 IBAN o 330.000 tarjetas de bono cultural joven, que también es una forma de pago. Asimismo, ha añadido las 120.000 operaciones que realiza Correos Cash (disposiciones de efectivo de otros bancos en sus oficinas o cajeros propios), los 1.000 millones de euros que transacciona en remesas nacionales o los 450 millones en remesas internacionales. De esta forma, su plan de servicios financieros pasa por integrar todos estos servicios y dar "un salto adelante", pero ha pedido "huir de debates nominalistas y buscar soluciones prácticas, realistas, y que se puedan aplicar en el corto plazo". "El objetivo de asignar a Correos la prestación de este servicio de interés económico general para facilitar el acceso, especialmente a los colectivos vulnerables, a servicios financieros básicos mediante la apertura de una cuenta de pago asociada a la tarjeta de Correos prepago", ha explicado. Así, el servicio será equivalente a una cuenta de pagos básica y permitirá, en esencia, realizar operaciones como recibir ingresos, realizar pagos y transferencias, disponer de efectivo o mantener ahorros. Esta prestación de servicios financieros básicos es una de las palancas incluidas dentro de su último plan estratégico para revertir las pérdidas y volver a beneficios en 2026, con el objetivo de que la diversificación en nuevas líneas de negocio represente un 16% de los ingresos totales del grupo. Saura ha defendido que todas las empresas públicas postales del mundo, o las que eran públicas y se han privatizado, tienen problemas económicos, excepto las de Francia, Alemania e Italia, y porque la decisión sobre su diversificación se tomó hace 20 o 25 años, en vista de la caída del negocio postal clásico. |
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