 'Que vivan los novios por respetar València' se extiende por la ciudad con hosteleros, empresarios y la plataforma Convivir Russafa
El Ayuntamiento de València, a través de la Concejalía de Turismo y con la colaboración de la plataforma Convivir Russafa, la Coordinadora de hostelería de los barrios de València, la Asociación empresarial de discotecas de València y la plataforma 014 Media, ha puesto en marcha una nueva edición de la campaña 'Que vivan los novios por respetar València'.
Esta iniciativa busca "promover" la convivencia en las zonas de ocio durante los meses de mayo y junio, cuando se intensifican las celebraciones sociales, según ha informado el consistorio en un comunicado. La campaña nació en 2019 en Russafa de la mano del sector de la hostelería y el Ayuntamiento ha querido participar en ella para extenderla a otros barrios.
La concejala de Turismo, Paula Llobet, ha afirmado que València es "una ciudad para disfrutar, pero también para vivir. Esta campaña demuestra que es posible conciliar el ocio con el respeto vecinal, gracias a la concienciación y el trabajo conjunto con todos los sectores implicados".
Del 30 de mayo al 21 de junio, equipos de concienciación de la ONG Controla Club recorrerán los sábados los barrios de Russafa, Ciutat Vella y Poblats Marítims "para promover mensajes de ocio responsable y recopilar datos sobre el tipo de celebraciones, los disfraces, la presencia de animación musical y variables de riesgo como el uso del vehículo particular", ha indicado Llobet.
Además, la campaña tendrá presencia en mupis digitales, pantallas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) estaciones de transporte y locales de ocio, y se reforzará el mensaje con cartelería y medios digitales. Este año se suman a la iniciativa nuevos agentes del sector, como la Asociación de discotecas y la plataforma 014 Media, para "multiplicar" el alcance de los mensajes desde el propio interior de los locales.
CAMPAÑA DE 2024
La concejala de Turismo ha señalado que los resultados del estudio realizado en 2024 "avalan la eficacia del modelo". En Russafa, de las 26 celebraciones observadas durante la campaña, 19 eran despedidas y siete cumpleaños y otro tipo de quedadas en grupo. De estas, ninguna iba acompañada de charangas ni megafonía mientras en 2019, el 28,5% de celebraciones analizadas utilizaban pitos, megáfonos y música.
Otro de los datos que se desprende del estudio es que ninguna de las celebraciones observadas iba con vestuario y complementos de carácter sexual y que se "populariza" el uso de camisetas con mensajes y disfraces. El 65,4% llevaban algún tipo de disfraz. Los participantes del 57% de celebraciones eran turistas y el 43% eran de procedencia local (ciudad de València y provincia).
El portavoz de la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de València, Vicente Pizcueta, ha afirmado que "hace seis o siete años las despedidas eran un problema; los hosteleros se cuestionaban si había que servir a los grupos o no había que dejarles entrar a los locales; la policía iba detrás de ellos sin saber muy bien cómo atajar el problema".
"Este modelo de colaboración que plantea el Ayuntamiento entre los colectivos sociales, las empresas, las pymes del sector del ocio y en general del turismo, nos permite ahora abordar la situación con tranquilidad gracias a la campaña", ha añadido.
Por su parte, Ara Montero, coordinadora de la ONG Controla Club, ha señalado que han observado que en 2024 se han "erradicado" las charangas, la megafonía y los disfraces de temática sexual. "Estamos contentos de los resultados, aunque hemos de seguir en alerta para evaluar otro tipo de factores. Últimamente, las despedidas de solteros y este tipo de reuniones están teniendo un impacto positivo".
La iniciativa se ha consolidado como un "modelo eficaz de trabajo conjunto" entre vecinos, hosteleros, entidades culturales y el Ayuntamiento. "Su éxito demuestra que es posible mejorar la convivencia en las zonas de ocio sin renunciar a la celebración, apostando por un ocio más ordenado, respetuoso y compatible con la vida en la ciudad", destaca el consistorio.
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