El base Sergio Llull no ocultó que con su retirada de la selección española dejaba algo que le hacía "muy feliz", pero que se marchaba "con la conciencia tranquila" por haberlo "dado todo siempre" en un combinado donde tuvo "la suerte" de coincidir con "una generación irrepetible" y del que se queda como mejor momento con la conquista del Mundial de 2019 en China. "Tengo emociones encontradas. Nostalgia, porque dejo algo que me hacía muy feliz, pero orgullo y satisfacción de haberlo dado todo siempre y de saber que me puedo ir con la conciencia tranquila", señaló Llull durante su despedida. El menorquín aseguró que su adiós ha sido "una decisión difícil y muy meditada". "Pero era el momento de dar un paso al lado, de centrarme en mi club, disfrutar con la familia y dejar paso a las nuevas generaciones que vienen pisando fuerte", recalcó. "No ha habido un punto en el que me levante y diga hasta aquí, ha sido un cúmulo de cosas que pones en una balanza y por una vez he pensado egoístamente en lo que es mejor para mí y para mi familia. Ya tengo 37 para 38 años y mi deseo es seguir jugando con mi club, y la familia también es importante. En cada viaje de Euroliga que estamos cuatro días fuera noto que me echan de menos. También vienen nuevas generaciones, he puesto todo en una balanza y he tomado esta decisión que es la correcta", subrayó el jugador del Real Madrid. El de Mahón recalcó que era un "día para dar las gracias a la FEB" y a "todos los presidentes" que había tenido por cuidarles "siempre tan bien" y darles "todas las facilidades" para que se preocupasen "solo de jugar al baloncesto". "Gracias a todos los entrenadores y cuerpos técnicos, en especial a Sergio Scariolo que me dio la oportunidad en 2009 de formar parte de este equipo, nunca le podré agradecer lo suficiente la confianza que tuvo en mí", subrayó. "Gracias a todos los compañeros con los que he podido jugar. Hemos tenidos muchos éxitos juntos, pero mas allá de todos los logros, me quedo con el camino recorrido para conseguirlos. Cuando disfrutas con algo es más probable que alcances tus objetivos", añadió Llull, que estuvo rodeado de muchos de sus compañeros de selección. En este sentido, no esconde la "suerte" de haber coincidido "con una generación irrepetible". "Eran auténticos referentes e ídolos para mí, me siento un privilegiado", confesó. "Para mí es un orgullo ver este equipazo aquí sentado. Hemos coincidido en muchos campeonatos y hemos disfrutado muchísimo", comentó. "Mi legado en la pista espero que sea el de alguien que daba todo por ganar y el fuera de ella que nos sigamos viendo y continúe. Dentro y fuera hemos disfrutado mucho y esa es una de las bases de los éxitos que hemos conseguido, sin esa unión no habrían sido posible estos trofeos que tengo detrás", prosiguió.
SE QUEDA CON EL MUNDIAL DE 2019
También dio las gracias a sus padres por ayudarle "a mantener los pies en el suelo" y decirle que "siempre había que luchar hasta el final". "A mi mujer Almudena, por entender que jugar en la selección era un sueño para mí, y a Gabriela, Olivia y Almudena (sus tres hijas). Papá va a estar jugando ya todo el verano con vosotras. Y a mi hermano, que no ha podido estar aquí, pero que nunca se ha perdido un torneo", expresó el balear. "Espero haber ayudado a transmitir los valores como el esfuerzo, el sacrificio y trabajo en equipo que suponen la Familia, que siempre es más importante el nosotros que el yo. Igual que hicieron los más veteranos conmigo que los que os quedáis, podáis transmitirlos a las futuras generaciones", deseó Llull. El base considera que la selección "queda en buenas manos". "Los veteranos me enseñaron cómo funcionaba todo, que era un orgullo vestir esta camiseta, pero también una responsabilidad. Es momento de que den un paso al frente y demuestren que están sobradamente preparados para competir al máximo y para que sigan transmitiendo a las generaciones venideras los valores de la Familia", apuntó. Finalmente, Llull dejó claro que siempre estará "apoyando y celebrando todos los éxitos que están por venir" de la selección y reconoció que ha vivido "muchos momentos míticos". "Me quedaría con el Mundial de 2019 cuando Rudy (Fernández) levantó ese trofeo, fue una sensación increíble. No partíamos como favoritos como otras muchas veces, pero a base de saber cada uno su rol y de entrega fuimos pasando fases y pudimos celebrar la segunda Copa del Mundo en la historia de la selección", rememoró.
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