La derrota, resultado de una votación secreta, no tiene precedentes históricos
BERLÍN, 6 (DPA/EP)
El líder democristiano Friedrich Merz no ha salido elegido canciller de Alemania en la primera votación, después de que, contra pronóstico, no haya alcanzado la mayoría absoluta que teóricamente sí le garantiza la coalición de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), la Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD). La sorpresa ha estallado poco después de las 10.00 horas en la lectura de los resultados de la votación secreta por parte de la presidenta del Bundestag, Julia Klockner, y que teóricamente estaba llamada a ser una formalidad. "310 diputados han votado 'sí', 307 han votado 'no', con tres abstenciones", ha leído, para acto seguido concluir que "el diputado Friedrich Merz no ha logrado la mayoría requerida de al menos 316". El dato contrasta con los números con los que teóricamente arranca la coalición de Gobierno, que suma entre sus tres integrantes 328 de los 630 escaños que conforman la Cámara Baja del Parlamento, pero en un primer momento no está claro dónde ha podido estar la fuga. Fuentes socialdemócratas han descartado en declaraciones a la agencia DPA que sean responsables y el líder del SPD se ha reunido con Merz en su oficina. Los diputados deberán ser convocados a una segunda ronda, aunque no tiene por qué ser necesariamente inmediata. Los partidos han iniciado ya conversaciones para estudiar el camino a seguir, ya que nunca antes un canciller había fracasado en la primera votación parlamentaria --y han sido 18 los elegidos desde 1949--. El líder del bloque conservador, Jens Spahn, ha confirmado que habrá segunda votación y que Merz volverá a ser candidato, a falta de ver cuándo tiene lugar. Avanzar hacia este nuevo intento requiere que así lo respalden más de dos tercios de los miembros del Bundestag.
LOS PLAZOS LEGALES
La Constitución establece que el Bundestag tiene 14 días para elegir a un canciller por mayoría absoluta --se pueden celebrar tantas votaciones como se requiera-- y, pasado el plazo, basta con la mayoría simple. Si se diese este caso, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, debería en los siete días siguientes designar al candidato elegido como jefe de Gobierno o disolver el Parlamento para convocar elecciones. El contratiempo también implica alargar el mandato del canciller saliente, Olaf Scholz, abocado a seguir en funciones hasta la designación de un sucesor pese a que el lunes ya recibió una despedida formal. Scholz no ha participado en las negociaciones para formar Gobierno, aunque sí ha decidido conservar su escaño y estaba presente en la sesión de este martes. Desde la tribuna de invitados, ha seguido el pleno la excanciller Angela Merkel, antigua rival de Merz dentro de la CDU.
LA ULTRADERECHA CUESTIONA A LA NUEVA COALICIÓN
La líder de Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, ha asegurado en redes sociales que la votación de este martes evidencia lo "débil" que es esta nueva coalición, que salió ya "derrotada" de las urnas el pasado mes de febrero. En estos comicios, la ultraderecha ascendió a la segunda plaza, por detrás de los conservadores y por delante de los socialdemócratas. El primer secretario de la bancada de AfD en el Bundestag, Bernd Baumann, ha apuntado también en redes sociales que la segunda ronda de votación se celebrará en principio el miércoles. Según Baumann, Merz "ha pagado el precio por todas sus maquinaciones" en campaña y por el "monstruoso fraude electoral". Por su parte, quien está llamado a ser el próximo ministro de Exteriores, Johann Wadephul, ha restado importancia al traspiés, ya que es algo que ha ocurrido a nivel regional. "¿Y a quién le preocupa hoy que saliesen elegidos en la primera o la segunda ronda de votación?", ha planteado.
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