El CICR participa como "intermediario neutral" y pide a las partes garantizar la seguridad de los trasladados en convoyes
Las Fuerzas Armadas de República Democrática del Congo (RDC) han confirmado este miércoles el inicio de la evacuación de militares, policías y sus familiares que estaban acogidos en una base de Naciones Unidas en la ciudad de Goma desde que el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) se hiciera en enero con el control de la capital de la provincia de Kivu Norte. Así, han dado las gracias al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) por su papel en este proceso y ha mostrado su "profunda gratitud" a la Misión de la ONU en RDC (MONUSCO) por "el trabajo obtenido por sus equipos sobre el terreno para proteger a los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en este contexto difícil y tenso". "Las Fuerzas Armadas de RDC esperan que esta operación se desarrolle en el estricto respeto a las Convenciones de Ginebra, el Derecho Internacional Humanitario y los acuerdos suscritos por las partes", han dicho en un comunicado publicado a través de su cuenta en la red social Facebook. Por su parte, el portavoz de la Alianza Río Congo (AFC) --encabezada por el M23--, Lawrence Kanyuka, ha indicado que la organización "supervisó el retorno de 130 militares de las Fuerzas Armadas congoleñas replegados en las bases de la MONUSCO tras su huida después de la liberación de Goma". "Este acto humanitario facilitado por el CICR es parte de las voluntades expresadas regularmente por nuestra organización", ha argumentado a través de un mensaje en su cuenta en la red social X, sin dar más detalles sobre la evacuación. Cientos de militares y policías, así como algunos de sus familiares, se encontraban desde finales de enero refugiados en la base de la MONUSCO en la ciudad tras la toma de Goma por parte de M23. El proceso de evacuación llega tras las negociaciones a tres bandas entre todas las partes implicadas. Además, estas labores han llegado un día después de que las tropas de la Comunidad Africana Oriental (EAC, según sus siglas en inglés), se retiraran durante la jornada del martes de Goma a través de la frontera con Ruanda, un país que apoya al M23, según ha informado la emisora congoleña Radio Okapi.
TRASLADO DE "PERSONAS DESARMADAS"
El CICR ha confirmado por su parte su participación como "intermediario neutral" en la evacuación de "varios cientos de personas desarmadas" que pertenecen al Ejército y la Policía, "así como a familiares de estas personas", antes de especificar que, a su llegada a Kinshasa, las autoridades congoleñas se harán cargo de su situación. "La operación se desarrollará a lo largo de varios días", ha resaltado. En este sentido, el jefe de la delegación del CICR en el país, François Moreillon, ha manifestado que el organismo "se vale de su experiencia para facilitar el diálogo entre las partes concernidas e incorporar las consideraciones humanitarias en las negociaciones". "Esta función de intermediario neutral puede, así, contribuir a resolver problemas humanitarios complejos mitigando las consecuencias para la población", ha defendido. El CICR ha explicado que, en este caso, las partes convocaron al organismo para ejercer como intermediario, asumiendo el compromiso de velar por la seguridad de las personas trasladadas en los convoyes y de procurar que la operación salga según lo previsto, contando además con el consentimiento de todos los evacuados para ser incluidos en el traslado. "En vista de la complejidad de la operación y de los riesgos asociados a ella, el CICR insta a que se respete el Derecho Internacional Humanitario y apela a la responsabilidad de todos los actores", ha zanjado la organización a través de un comunicado. Las autoridades de RDC y Ruanda alcanzaron el viernes un acuerdo de principios para intentar poner fin al conflicto abierto en el este del país entre el Ejército congoleño y grupos aliados contra el M23, un pacto aplaudido durante el fin de semana por el jefe de la MONUSCO, Bruno Lemarquis, y por la comunidad internacional, ante los temores sobre un conflicto a gran escala en la zona. El M23, integrado principalmente por tutsis congoleños, ha tomado durante los últimos meses Goma y la capital de Kivu Sur, Bukavu, en el marco de una ofensiva en la que ha obtenido importantes avances territoriales y que ha dejado miles de muertos, según Naciones Unidas, además de provocar una grave crisis diplomática entre Kinshasa y Kigali. RDC acusa a Ruanda de desplegar tropas en su territorio para apoyar las operaciones del M23, mientras que Kigali acusa a Kinshasa de reprimir a los tutsis congoleños con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) --fundada por hutus huidos tras el genocidio en Ruanda en 1994-- y otras milicias locales.
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