MADRID, 29 (OTR/PRESS) La procesión ha comenzado justo al acabar Semana Santa y tras la cual Sánchez desapareció del mapa. Ni el Cervantes, ni el Funeral del Papa, ni la Final de la Copa. Supongo que sabrá más que nosotros y ya se olería lo que se le está viniendo, directamente encima: sus presuntos bulos y fangos convertidos en autos judiciales sustentados en documentos, declaraciones e informes de la policia judicial, la UCO. El primero ya ha pasado de instrucción a procesamiento. La reata de encausados la encabeza el "hermanísimo" pero tras él van "el asesor" monclovita trasladado al efecto para flanquear a su "hermanito" y quienes propiciaron y permitieron todos lo cambalaches con el presidente de la diputación y máximo dirigente socialista en la Región, por delante de una serie de cargos y funcionarios a sus órdenes. Este era aquel asunto que no era nada, todo minucias y una juez, ¡claro! muy mala, a la que una y otra vez se quiso quitar del caso y anularlo todo, pero las instancias judiciales superiores rechazaron tales intentonas y dieron su aprobación a las pesquisas. Ahora ya empieza otra fase, cuyo paso siguiente es el banquillo. Los delitos imputados son prevaricación y tráfico de influencias. Y por supuesto, el acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Eso lo determinará la sentencia cuando toque. Como habrá de determinarlo en los demás casos que, al igual que este "progresan adecuadamente", hacia su resolución judicial. Ahora el que está que arde es el del Fiscal General del Estado.
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