El beneficio neto atribuido del gigante mundial de los refrescos The Coca-Cola Company alcanzó en el primer trimestre los 3.330 millones de dólares (2.927 millones de euros), lo que supone un incremento del 4,8% en comparación con las ganancias contabilizadas un año antes, según ha informado la multinacional, que confía en que el impacto de las tensiones arancelarias sobre su estructura de costes sea manejable. Los ingresos operativos netos hasta marzo de Coca-Cola sumaron 11.129 millones de dólares (9.781 millones de euros), un 1,5% menos que en el primer trimestre de 2024, aunque en cifras orgánicas, que excluyen el efecto del tipo de cambio, crecieron un 6% anual, con un aumento del 5% del mix de precios y del 1% en las ventas. Por áreas geográficas, los ingresos en Norteamérica crecieron un 3%, hasta 4.361 millones de dólares (3.833 millones de euros) y un 1% en la región EMEA (Europa, Oriente Próximo y África), hasta 2.657 millones de dólares (2.335 millones de euros), pero disminuyeron un 3% en Latinoamérica, hasta 1.477 millones de dólares (1.298 millones de euros) y un 4% en Asia Pacífico, hasta 1.421 millones de dólares (1.249 millones de euros). De su lado, el negocio de embotelladoras reportó a Coca-Cola ingresos trimestrales de 1.463 millones de dólares (1.286 millones de euros), un 20% menos. "Nuestro desempeño este trimestre demuestra una vez más la eficacia de nuestra estrategia para afrontar cualquier situación", afirmó James Quincey, presidente y consejero delegado de The Coca-Cola Company, destacando que, a pesar de la presión en mercados desarrollados clave, la solidez de la presencia global de la compañía le permitió navegar con éxito un entorno externo complejo. De cara al conjunto de 2025, la compañía espera un crecimiento orgánico de los ingresos del 5% al 6%, mientras que anticipa un crecimiento comparable de las ganancias por acción neutrales en divisas del 7% al 9%, así como un crecimiento del beneficio por acción comparable del 2% al 3%, frente a los 2,88 dólares de 2024. Por otro lado, Coca-Cola destacó que, si bien sus operaciones son principalmente locales, están sujetas a la dinámica del comercio global, lo que podría afectar ciertos componentes de su estructura de costes en todos sus mercados, aunque, actualmente, "espera que el impacto sea manejable".
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