El gobierno socialista francés aprobó ayer en el Consejo de Ministros la prometida revisión de las reformas, desafiando tanto a la política de austeridad en Europa como a las recientes recomendaciones de la Comisión Europea, quien hace unos días alertó que el sistema de pensiones francés podría se insostenible a medio plazo.
La Ministra de asuntos sociales Marisol Touraine, explica que los trabajadores que iniciaron su actividad laboral a los 18 o 19 años y que concluyan el período de contribución de 41 años, tendrán derecho a jubilarse a los 60 años, y no a los 62 como establecía la ley aprovada en 2010.
La nueva ley, cuya entrada en vigor está prevista para noviembre, se aplicará al sector público y privado y constituye la medida de mayor coste presupuestario hasta ahora aprobado por el gobierno socialista, surgiendo justo en un momento en el que existen dudas sobre la forma como Francia va a lidiar con la dimensión del déficit público, que corresponde a más del 5% del PIB.
Como símbolo de la justicia social que Hollande pregona, el nuevo sistema ofrece ventajas a las mujeres y los desempleados. Para contabilizar esos 41 años que dan derecho a la pensión total, las mujeres podrán incluir dos trimestres de maternidad. También podrán sumar dos trimestres los que hayan estado desempleados durante su edad activa. Según el gobierno, el sistem anterior penalizaba a las mujeres, que representan el 25% de los trabajadores con carreras largas.
La alteración de esta ley fue uno de los puntos clave de la campaña que llevó a Hollande al Elíseo. Para el líder socialista no es justo que los trabajadores que hayan cotizado durante más de 40 años no puedan acceder a la jubilación a los 60 años.
La nueva ley tendrá un efecto limitado. El gobierno calcula que en 2013 beneficiará a unas 110 mil personas. El coste para el Estado será de 1,2 mil millones de euros en el próximo año y de 3 mil millones anuales hasta 2017. Según Touraine, "la medida está perfectamente financiada".