Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Productividad
Etiquetas | Un lugar llamado desarrollo | Coaching

Detente a sentir

Nuestra mente va tan rápido que ante la imposibilidad de poder dominarla quizás la única solución sea pararnos a sentir
César Piqueras
lunes, 25 de septiembre de 2017, 08:03 h (CET)
Ayer fue un día como otro cualquiera: madrugar, meditar, escribir en el blog, salir a correr, trabajar en varios proyectos… Quizás la única diferencia es que por la tarde-noche Belén, Noa y yo salimos a pasear por Valencia y cenamos en uno de nuestros lugares preferidos para este tipo de ocasiones/homenajes, el Hard Rock Valencia.

Cuando salimos a cenar solemos llegar a casa muy pronto, en este caso a las 22:00, hora en la que aproveché para ducharme durante unos minutos. A los pocos segundos de estar en la ducha me pude dar cuenta del gran torrente de pensamientos que abordaban mi mente. Durante todo el día había ocurrido lo mismo: un pensamiento tras otro, sin cesar.

Y no es que fuera un día especial, era un día cualquiera.

Puedes ducharte y no sentir nada porque estás escuchando el murmullo de tu mente o puedes sentir, o mejor tendría que decir “sentirte”.

Hay etapas en nuestras vidas en las cuales no nos detenemos, vamos tan rápido que nuestra dinámica y ágil mente elabora ideas, proyectos, soluciones… sin embargo nos olvidamos de lo más importante: sentir.

¿PARA QUÉ ESTAMOS AQUÍ?
Para sentir, ser felices.
Siendo así, ¿Porqué nos detenemos tan poco a sentir?
Es una trampa, cuanto menos te detengas a sentir, peor irá tu vida.
“No tengo tiempo” decimos.

Bueno, en realidad no hace falta “más tiempo” para sentir. Puedes hacer lo mismo que estás haciendo ahora, pero conectando con tus sensaciones, con tu respiración.

Puedes mirar a tus hijos mientras sientes.
Puedes leer mientras conectas con tus sensaciones.
Puedes comer mientras saboreas cada bocado.
Puedes caminar mientras notas cada paso.
Puedes ahora mismo no hacer nada, y sentir.
Haz la prueba: detente en esta frase, no sigas leyendo durante los próximos 10 segundos, cierra los ojos y respira conscientemente en un par de ocasiones.


La mente y el corazón están conectados, pero ambos funcionan de forma muy diferente. Solemos prestar tanta atención a nuestros pensamientos que nos olvidamos de que habitamos un cuerpo, de que sentimos. Quizás en ese lugar no hacen falta las palabras.

Si tienes más tiempo puedes escuchar Calm Radio sin hacer nada más, o ver uno de sus videos en Youtube. Quizás te pueda ayudar a disfrutar más de tus días.

Noticias relacionadas

En un mundo donde la competencia y los desafíos son constantes, el éxito ya no se mide únicamente por el coeficiente intelectual (CI). La inteligencia emocional (IE) y la automotivación emergen como pilares fundamentales para alcanzar nuestras metas y construir una vida plena. Este artículo explora la importancia de estas habilidades, su impacto en el ámbito laboral y personal, y ofrece estrategias para cultivarlas.

Puedes ser un genio en lo tuyo, un maestro de la estrategia comercial, un gurú financiero con cuentas más limpias que un quirófano o un arquitecto de sistemas que haría llorar de emoción a cualquier CIO. Pero si sigues creyendo que el mercado laboral premia al más competente, mejor despierta. No siempre gana el más capaz, sino el que sabe moverse mejor.

El Día Internacional de la Felicidad, proclamado por la ONU en 2012, nos invita a reflexionar sobre el bienestar en todas sus esferas. Y si bien solemos confinar la felicidad al ámbito personal, una pregunta comienza a resonar con fuerza: ¿podríamos, deberíamos, ser felices también en el trabajo?

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto