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Tenis
Etiquetas | MUTUA MADRID OPEN / RAFA NADAL
El público del Mutua Madrid Open vibró cómo nunca con el plácido estreno del balear (2-6 y 2-6); Federer y Ferrer, avanzan ronda

Nadal enciende a la Caja Mágica arrollando a Davydenko

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Ni el color azul de la arcilla, ni el enfrentarse a un adversario con cierta solera a las primeras del torneo, ni siquiera el sofocante calor de Madrid. Nada fue un obstáculo para que Rafa Nadal debutara con triunfo tan demoledor como sosegado en el Mutua Madrid Open, el cuarto Masters 1000 de esta temporada, y en donde aspira a su tercer entorchado a costa de Djokovic. El siguiente compromiso del tenista balear será Verdasco, tras derrotar a Falla (6-7, 6-4 y 6-4).


Después de cinco días intensos de competición, el Mutua Madrid Open disfrutó de su primera fiesta con la puesta en escena de Rafa Nadal, el número 2 del mundo, el icono del tenis en España. Porque, sencillamente, el balear fue capaz de congregar a un nutrido grupo de espectadores como para no sólo rozar el cartel de completo en la pista central de la Caja Mágica (bautizada como Manolo Santana), sino cómo para vibrar a los espectadores. Hasta entonces, tan tímidas entradas en el gradería como ambiente, incluyendo el estreno de Djokovic, el actual campeón del torneo y jefe del ranking ATP. Es como si este encuentro de Nadal hubiera encendido la mecha de Madrid.

Enfrente no estaba un simple jugador de primera ronda, aunque ni siquiera esté ya entre los cincuenta mejores. No era un estreno de trámite. Estaba todo un campeón ruso. Era Nikolay Davydenko. Un contrincante con experiencia, aunque hace tiempo que no disfruta de la plenitud de antaño, consecuencia de una rotura de muñeca. No obstante, como era de esperar, ganó Nadal. Como en las tres anteriores citas de ambos sobre tierra batida -aunque el cómputo era favorable al ruso con un balance de 6 a 4-. Lo hizo en dos sets y en una hora y veinte minutos de juego. Lo hizo mostrando una notable adaptación a la nueva superficie (Djokovic, por ejemplo, resbaló en contadas ocasiones) y con ese ritmo de juego tan constante, como sobresaliente y demoledor en cuanto a puntos (61 contra 15) y golpes (19 contra 4) ganadores.

El primer set, en menos de cuarenta minutos, fue un verdadero monólogo de Nadal. Visto y no visto avasalló a Davydenko. El ruso fue incapaz de contrarrestar especialmente tanto los saques como las derechas ganadoras de Nadal. Era un imposible. El tenista del frío sólo fue capaz de ganar su primer servicio y el séptimo juego, precisamente donde constato que tenía todo perdido y paradójicamente sacó su mejor tenis. Insuficiente cuando enfrente está Nadal. Ésta ya había entrado en combustión, dominando ritmo, saques, derechas, reveses y juego en la red. Nadal estaba en su salsa; y el ni qué decir del público.

El segundo set tampoco se alargó en el tiempo. Nadal tenía prisa por cerrarlo e irse a descansar a la espera de un nuevo contrincante. El break no se hizo esperar, y al segundo juego ya mandaba con un 2-0 en el marcador. Y eso que habían descendido sus revoluciones. Nadal jugaba administrándose su tenis y sus energías. Aún así, el balear aún tuvo tiempo para frenar alguna que otra pequeña embestida de un Davydenko más pendiente de la pista que de jugar. Nadal como si siempre jugara sobre arcilla azul. Cerró el encuentro en mitad de un enorme jolgorio y se marchó entre las mismas ovaciones con las que entró en la Manolo Santana. Minutos después, en ruedad de prensa, Nadal se reafirmó en su contrariedad de jugar sobre esta superficie, aunque indicó que para todos son las mismas condiciones, pero sí echó en falta que no se apoyen entre españoles al tener un torneo tan grande como esto. Finalmente, hubo palabras de agradecimiento al público: "Me siento muy querido por ellos y me hace mucha ilusión estar aquí, en Madrid, jugando".

Ferrer y Verdasco, dúo de triunfos
Anteriormente, y en esta misma pista, David Ferrer también disfrutó de un confortable estreno en el Mutua Madrid Open derrotando a Stepanek. Lo hizo en una hora y media, superando nuevamente al tenista checo, al que ya había ganado en cinco de los ocho enfrentamientos que ambos habían protagonizado con anterioridad. El alicantino se mostró muy sólido en su tenis. Aguantó sin nerviosismos en el primer set, en el que mejor estuvo el centroeuropeo. No hubo roturas. Ni siquiera ocasiones, excepto una que tuvo Stepanek, que salvó su rival. En el desempate, el checo dispuso de una ventaja de 4-2 y servicio. Pero Ferrer se apuntó cinco puntos seguidos y se hizo con la manga. Stepanek acusó ese contratiempo y cedió su servicio en la primera ocasión del segundo parcial. Ferrer se situó con 3-0 y transitó con el viento a favor hasta el cierre, que llevó con una nueva rotura (6-2). La tercera buena noticia para España estuvo en Verdasco. El tenista madrileño parece haber recuperado sus sensaciones sobre arcilla, y con un notable juego fue capaz de imponerse a Falla, al que tuvo que remontar un set en contra, para acabar imponiéndose por 6-7, 6-4 y 6-4 en 2 horas y 45 minutos. Falta por ver si este esfuerzo le pasa o no factura ante Nadal. Ferrer, por el contrario, se enfrenará a Almagro.

Federer sufre con Raonic
Este sexto día oficial de competición también obsequió a los aficionados con encuentros de otras grandes figuras del mundo de la raqueta. El suizo Roger Federer saltó, por primera vez a la pista azul madrileña, para medirse con el sacador canadiense Milos Raonic. Venció el helvético, como estaba en los pronósticos. Pero lo que no entraba en estos cálculos es el enorme sufrimiento y esfuerzo que tuvo que hacer para doblegar a Raonic. Fue uno de los encuentros del torneo. Por calidad, precisos saques e intensidad. Y emoción. Federer tuvo que remontar destapando sus mejores golpes. Finalmente, el suizo se impuso en el tie-break del tercer set (4-6, 7-5 y 7-5), justamente donde los nervios afloraron en Raonic, que se marcha siendo un valor al alza. Como previo a este encuentro, la Manolo Santana albergó  un duelo de verdadera altura en féminas, el partido que disputarán entre la rusa, y número uno del mundo Victoria Azarenka y la serbia Ana Ivanovic, muy dispuesta a recuperar su tenis de hace unas temporadas. Pero ganó la reina del tenis femenino. Azarenka se impuso por un doble 6-4. Y Madrid tendrá, como viene siendo habitual una nueva ganadora final. Kvitova cayó eliminada ante Lucie Hradecka (6-4 y 6-3).

Otros encuentros interesantes tuvieron como protagonistas vencedores a Nicolás Almagro (ganó con relativamente comodidad a Marcel Granollers por 6-3 y 7-6), Del Potro (ante Youznhy por 6-4 y 7-6) y Tsonga (al estadounidense Ryan Harrison por 6-2 y 7-6). La sorpresa de la jornada, hasta el momento, estuvo en la eliminación de Isner a manos de Cilic (7-6 y 7-6).

Nadal enciende a la Caja Mágica arrollando a Davydenko

El público del Mutua Madrid Open vibró cómo nunca con el plácido estreno del balear (2-6 y 2-6); Federer y Ferrer, avanzan ronda
Rafael Merino
miércoles, 9 de mayo de 2012, 15:24 h (CET)
Ni el color azul de la arcilla, ni el enfrentarse a un adversario con cierta solera a las primeras del torneo, ni siquiera el sofocante calor de Madrid. Nada fue un obstáculo para que Rafa Nadal debutara con triunfo tan demoledor como sosegado en el Mutua Madrid Open, el cuarto Masters 1000 de esta temporada, y en donde aspira a su tercer entorchado a costa de Djokovic. El siguiente compromiso del tenista balear será Verdasco, tras derrotar a Falla (6-7, 6-4 y 6-4).


Después de cinco días intensos de competición, el Mutua Madrid Open disfrutó de su primera fiesta con la puesta en escena de Rafa Nadal, el número 2 del mundo, el icono del tenis en España. Porque, sencillamente, el balear fue capaz de congregar a un nutrido grupo de espectadores como para no sólo rozar el cartel de completo en la pista central de la Caja Mágica (bautizada como Manolo Santana), sino cómo para vibrar a los espectadores. Hasta entonces, tan tímidas entradas en el gradería como ambiente, incluyendo el estreno de Djokovic, el actual campeón del torneo y jefe del ranking ATP. Es como si este encuentro de Nadal hubiera encendido la mecha de Madrid.

Enfrente no estaba un simple jugador de primera ronda, aunque ni siquiera esté ya entre los cincuenta mejores. No era un estreno de trámite. Estaba todo un campeón ruso. Era Nikolay Davydenko. Un contrincante con experiencia, aunque hace tiempo que no disfruta de la plenitud de antaño, consecuencia de una rotura de muñeca. No obstante, como era de esperar, ganó Nadal. Como en las tres anteriores citas de ambos sobre tierra batida -aunque el cómputo era favorable al ruso con un balance de 6 a 4-. Lo hizo en dos sets y en una hora y veinte minutos de juego. Lo hizo mostrando una notable adaptación a la nueva superficie (Djokovic, por ejemplo, resbaló en contadas ocasiones) y con ese ritmo de juego tan constante, como sobresaliente y demoledor en cuanto a puntos (61 contra 15) y golpes (19 contra 4) ganadores.

El primer set, en menos de cuarenta minutos, fue un verdadero monólogo de Nadal. Visto y no visto avasalló a Davydenko. El ruso fue incapaz de contrarrestar especialmente tanto los saques como las derechas ganadoras de Nadal. Era un imposible. El tenista del frío sólo fue capaz de ganar su primer servicio y el séptimo juego, precisamente donde constato que tenía todo perdido y paradójicamente sacó su mejor tenis. Insuficiente cuando enfrente está Nadal. Ésta ya había entrado en combustión, dominando ritmo, saques, derechas, reveses y juego en la red. Nadal estaba en su salsa; y el ni qué decir del público.

El segundo set tampoco se alargó en el tiempo. Nadal tenía prisa por cerrarlo e irse a descansar a la espera de un nuevo contrincante. El break no se hizo esperar, y al segundo juego ya mandaba con un 2-0 en el marcador. Y eso que habían descendido sus revoluciones. Nadal jugaba administrándose su tenis y sus energías. Aún así, el balear aún tuvo tiempo para frenar alguna que otra pequeña embestida de un Davydenko más pendiente de la pista que de jugar. Nadal como si siempre jugara sobre arcilla azul. Cerró el encuentro en mitad de un enorme jolgorio y se marchó entre las mismas ovaciones con las que entró en la Manolo Santana. Minutos después, en ruedad de prensa, Nadal se reafirmó en su contrariedad de jugar sobre esta superficie, aunque indicó que para todos son las mismas condiciones, pero sí echó en falta que no se apoyen entre españoles al tener un torneo tan grande como esto. Finalmente, hubo palabras de agradecimiento al público: "Me siento muy querido por ellos y me hace mucha ilusión estar aquí, en Madrid, jugando".

Ferrer y Verdasco, dúo de triunfos
Anteriormente, y en esta misma pista, David Ferrer también disfrutó de un confortable estreno en el Mutua Madrid Open derrotando a Stepanek. Lo hizo en una hora y media, superando nuevamente al tenista checo, al que ya había ganado en cinco de los ocho enfrentamientos que ambos habían protagonizado con anterioridad. El alicantino se mostró muy sólido en su tenis. Aguantó sin nerviosismos en el primer set, en el que mejor estuvo el centroeuropeo. No hubo roturas. Ni siquiera ocasiones, excepto una que tuvo Stepanek, que salvó su rival. En el desempate, el checo dispuso de una ventaja de 4-2 y servicio. Pero Ferrer se apuntó cinco puntos seguidos y se hizo con la manga. Stepanek acusó ese contratiempo y cedió su servicio en la primera ocasión del segundo parcial. Ferrer se situó con 3-0 y transitó con el viento a favor hasta el cierre, que llevó con una nueva rotura (6-2). La tercera buena noticia para España estuvo en Verdasco. El tenista madrileño parece haber recuperado sus sensaciones sobre arcilla, y con un notable juego fue capaz de imponerse a Falla, al que tuvo que remontar un set en contra, para acabar imponiéndose por 6-7, 6-4 y 6-4 en 2 horas y 45 minutos. Falta por ver si este esfuerzo le pasa o no factura ante Nadal. Ferrer, por el contrario, se enfrenará a Almagro.

Federer sufre con Raonic
Este sexto día oficial de competición también obsequió a los aficionados con encuentros de otras grandes figuras del mundo de la raqueta. El suizo Roger Federer saltó, por primera vez a la pista azul madrileña, para medirse con el sacador canadiense Milos Raonic. Venció el helvético, como estaba en los pronósticos. Pero lo que no entraba en estos cálculos es el enorme sufrimiento y esfuerzo que tuvo que hacer para doblegar a Raonic. Fue uno de los encuentros del torneo. Por calidad, precisos saques e intensidad. Y emoción. Federer tuvo que remontar destapando sus mejores golpes. Finalmente, el suizo se impuso en el tie-break del tercer set (4-6, 7-5 y 7-5), justamente donde los nervios afloraron en Raonic, que se marcha siendo un valor al alza. Como previo a este encuentro, la Manolo Santana albergó  un duelo de verdadera altura en féminas, el partido que disputarán entre la rusa, y número uno del mundo Victoria Azarenka y la serbia Ana Ivanovic, muy dispuesta a recuperar su tenis de hace unas temporadas. Pero ganó la reina del tenis femenino. Azarenka se impuso por un doble 6-4. Y Madrid tendrá, como viene siendo habitual una nueva ganadora final. Kvitova cayó eliminada ante Lucie Hradecka (6-4 y 6-3).

Otros encuentros interesantes tuvieron como protagonistas vencedores a Nicolás Almagro (ganó con relativamente comodidad a Marcel Granollers por 6-3 y 7-6), Del Potro (ante Youznhy por 6-4 y 7-6) y Tsonga (al estadounidense Ryan Harrison por 6-2 y 7-6). La sorpresa de la jornada, hasta el momento, estuvo en la eliminación de Isner a manos de Cilic (7-6 y 7-6).

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El tenista serbio Novak Djokovic ha conquistado el título del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, después de superar este domingo en la final al ruso Daniil Medvedev (7-5, 6-2, 6-2), y confirma su dominio en el certamen oceánico para alzar, además, su decimoctavo 'grande'.
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