| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
El pasado martes pudimos asistir durante el programa “El hormiguero” de Antena 3 a una experiencia sociológica bastante enriquecedora. En dicho espacio en algunas ocasiones se realizan experiencias con cámara oculta muy interesantes. Normalmente enfrentan a distintas generaciones, solicitándoles opiniones y reacciones ante un tema concreto.
Con pomposo titular casi con letra catástrofe el entonces magistrado Emiliano Rolón, al tiempo de la selección de terna para la Fiscalía General del Estado expresaba en ABC: "La personalidad de quien lidera es determinante". El magistral anuncio hacía presagiar la eventual elección de un ciudadano honorable, integro, fiero con el ilícito y dispuesto a enfrentar el aparato (la rosca para el vulgo tribunalicio).
Es real la identificación entre la filosofía y la religión. Si bien es indiscutible que las cuestiones que tratan ambos saberes son enfocadas de maneras diferentes, existen puntos en común, en relación con las conductas y las actitudes ante la vida y la realidad. La filosofía se fundamenta en la argumentación racional, la lógica y el análisis crítico, en cambio en la religión lo prioritario es la fe o la confianza en la divinidad.
|