El PSOE someterá hoy a votación del Pleno del Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que reclama la implantación de un impuesto sobre las grandes fortunas.

Se trata de uno de los compromisos del PSOE en su programa para las últimas elecciones generales, y una de las alternativas que reiteradamete defiende como posible fuente de ingresos para contribuir a la reducción del déficit.

En su iniciativa, el Partido Socialista pide que el Gobierno presente, en los próximos tres meses y para su entrada en vigor este ejercicio, un proyecto de Ley del Impuesto de Grandes Fortunas.

Su capacidad normativa correspondería al Estado, y gravaría la capacidad económica derivada de la riqueza independientemente de dónde esté invertida, de acuerdo con una serie de criterios que se enumeran en el texto.

En primer lugar, se establecerían mínimos exentos en las cuantías necesarias para excluir del gravamen a los contribuyentes con un patrimonio medio, así como la vivienda habitual hasta el valor máximo que se determine.

Se incluirían cuantas previsiones normativas sean necesarias para "evitar la exclusión del impuesto mediante la utilización de sociedades mercantiles instrumentales o entidades de cualquier naturaleza o tipo, incluidas las sociedades de inversión de capital variable, las sicav".

El impuesto podría contemplar tipos de gravamen diferenciados según la naturaleza o valor unitario de los bienes, de tal forma que se sometan a mayor tributación "los de carácter suntuario que pongan de manifiesto una elevada capacidad económica de los contribuyentes".

También pide el PSOE que se adopten cuantas previsiones sean necesarias para evitar la elusión del impuesto mediante la utilización de paraísos fiscales.

El 50% del rendimiento del tributo se cedería a las comunidades autónomas y, de esa cantidad, el 75% iría al fondo de garantía de servicios públicos fundamentales para financiar la sanidad, la educación y los servicios sociales.