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#AlgoNoFuncionaEnAndalucía

Somos incapaces de desalojar a un Gobierno implicado en los ERE

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Seguro que a más de uno le va a costar un ataque de nervios la comparación; pero ahí va. Los resultados electorales en Andalucía guardan un parecido importante con los resultados que en abril del 31 dieron paso a la República. En ambos casos las grandes ciudades se decantaron por el cambio (ayer la República frente al caciquismo, hoy el PP frente al PSOE), mientras que en los pueblos funcionaba de nuevo el voto cautivo del cacique. La diferencia radica en que en el 31 los estallidos populares a favor de la República acabaron imponiéndose al silencio cerril y encasillado de la España negra del caciquismo. Ahora, el Partido Popular, con la voluntad de la mayoría de los andaluces a su favor, no podrá gobernar, esta vez se impone la Andalucía de la corrupción y el voto cautivo.

Algo no funciona en Andalucía cuando somos incapaces de desalojar a un Gobierno manifiestamente implicado en la trama de los ERE, que atesora un dato de paro y analfabetismo funcional insostenible, y cuyo único discurso es el del miedo. Algo no funciona cuando la mitad de la población al ver los resultados electorales en Canal Sur volvió a pensar que había vencido a Franco, treinta y siete años después de la muerte del dictador. Algo no funciona en Andalucía cuando lo viejo se impone a lo nuevo y se pierde una vez más la oportunidad de regenerar la democracia en esta tierra. Algo no funciona en Andalucía cuando se silencia a una nueva generación de andaluces que desde su libertad quieren un cambio y comprenden que ese cambio solo puede derivar de una alternancia política.

El PSOE celebró la noche electoral una victoria que no consiguió, que no tiene, y que no es suya. Celebró la derrota de la Andalucía libre y abierta. Celebró poder seguir viviendo a costa de todos los andaluces. La noche del 25 fue una noche triste para todos los que creemos que podemos hacer de Andalucía un sitio mejor, para todos los que creemos en las personas y en la democracia.

Flaco favor nos haríamos ahora dejándonos llevar por el desaliento. Probablemente sea injusto que a una generación que se ha forjado en la desesperanza y la desilusión, a la que se le han hurtado las oportunidades, y que vive en la asfixia de un mercado laboral al que no puede acceder se le pida un nuevo esfuerzo. Pero es lo que se requiere. Nadie dijo que iba a ser fácil. Es el momento de pertrecharnos y armarnos de valor. “Los clarines vuelven a llamarnos. No es una llamada a empuñar las armas, aunque armas necesitaremos; no es una llamada al combate, aunque combate entablemos, sino una llamada a sobrellevar la carga de una larga lucha año tras año, «gozosos en la esperanza, firmes en la tribulación», una lucha contra los enemigos comunes del hombre: la tiranía, la pobreza, la mentira y la desesperanza.”

Yo no me resigno a esta Andalucía.

Somos incapaces de desalojar a un Gobierno implicado en los ERE

#AlgoNoFuncionaEnAndalucía
Alejandro Muñoz González
lunes, 26 de marzo de 2012, 11:00 h (CET)
Seguro que a más de uno le va a costar un ataque de nervios la comparación; pero ahí va. Los resultados electorales en Andalucía guardan un parecido importante con los resultados que en abril del 31 dieron paso a la República. En ambos casos las grandes ciudades se decantaron por el cambio (ayer la República frente al caciquismo, hoy el PP frente al PSOE), mientras que en los pueblos funcionaba de nuevo el voto cautivo del cacique. La diferencia radica en que en el 31 los estallidos populares a favor de la República acabaron imponiéndose al silencio cerril y encasillado de la España negra del caciquismo. Ahora, el Partido Popular, con la voluntad de la mayoría de los andaluces a su favor, no podrá gobernar, esta vez se impone la Andalucía de la corrupción y el voto cautivo.

Algo no funciona en Andalucía cuando somos incapaces de desalojar a un Gobierno manifiestamente implicado en la trama de los ERE, que atesora un dato de paro y analfabetismo funcional insostenible, y cuyo único discurso es el del miedo. Algo no funciona cuando la mitad de la población al ver los resultados electorales en Canal Sur volvió a pensar que había vencido a Franco, treinta y siete años después de la muerte del dictador. Algo no funciona en Andalucía cuando lo viejo se impone a lo nuevo y se pierde una vez más la oportunidad de regenerar la democracia en esta tierra. Algo no funciona en Andalucía cuando se silencia a una nueva generación de andaluces que desde su libertad quieren un cambio y comprenden que ese cambio solo puede derivar de una alternancia política.

El PSOE celebró la noche electoral una victoria que no consiguió, que no tiene, y que no es suya. Celebró la derrota de la Andalucía libre y abierta. Celebró poder seguir viviendo a costa de todos los andaluces. La noche del 25 fue una noche triste para todos los que creemos que podemos hacer de Andalucía un sitio mejor, para todos los que creemos en las personas y en la democracia.

Flaco favor nos haríamos ahora dejándonos llevar por el desaliento. Probablemente sea injusto que a una generación que se ha forjado en la desesperanza y la desilusión, a la que se le han hurtado las oportunidades, y que vive en la asfixia de un mercado laboral al que no puede acceder se le pida un nuevo esfuerzo. Pero es lo que se requiere. Nadie dijo que iba a ser fácil. Es el momento de pertrecharnos y armarnos de valor. “Los clarines vuelven a llamarnos. No es una llamada a empuñar las armas, aunque armas necesitaremos; no es una llamada al combate, aunque combate entablemos, sino una llamada a sobrellevar la carga de una larga lucha año tras año, «gozosos en la esperanza, firmes en la tribulación», una lucha contra los enemigos comunes del hombre: la tiranía, la pobreza, la mentira y la desesperanza.”

Yo no me resigno a esta Andalucía.

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