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Fuertes en casa
El Rayo Vallecano regresa a su feudo para tratar de olvidar
cuanto antes el partido de La Rosaleda. Los de Sandoval parecen haber cambiado
su potencial lejos de Vallecas, pero en su lugar, ese poderío se ha trasladado
al Estadio de Vallecas, donde los franjirrojos se están encontrando cómodos
durante los últimos partidos.
Para el partido ante el Villarreal, Sandoval ha decidido no
contar, por primera vez desde su llegada al club de la Avenida de la Albufera,
con Jorge Pulido. El jugador cedido por el Atlético de Madrid verá el partido
desde la grada y su puesto será ocupado por el vasco, Mikel Labaka, que regresa
al once tras recuperarse de una lesión.
No se esperan grandes modificaciones en el once titular,
aunque no extraña la entrada de Trashorras en el centro del campo por Movilla.
La última palabra la tendrá el técnico madrileño que espera poder contar con el
apoyo de su afición para sumar tres puntos que dejen la salvación a un paso.
El despertar del Villarreal
Para ello tendrán que superar durante los noventa minutos de
juego a un Villarreal que se encuentra despertando de su letargo que le ha
mantenido relegado a las posiciones más profundas de la clasificación. El
polémico empate ante el Real Madrid y la vuelta
a los terrenos de juego de uno de sus pilares como es Borja Valero, son
ingredientes más que suficientes para presenciar un buen partido de fútbol.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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