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Fin de semana negro para los españoles que compiten en NBA. Ricky Rubio sufre una grave lesión, Calderón un esguince severo en el tobillo y Pau Gasol todavía no tiene claro su destino profesional

Sin voz ni voto

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La NBA rara vez hace concesiones y si una vez recibes no te olvides que en algún momento tendrás que dar.

Llevamos una semana un tanto movida en lo que a baloncesto se refiere y nuestros chicos de la ÑBA no han tenido su mejor fin de semana. Pau, Ricky y Calderón son esta vez los protagonistas. Tres grandísimos jugadores que diariamente disfrutan con su afición y su trabajo. Cualquiera de ellos se desvive por seguir mejorando y contribuyendo a la historia del baloncesto. Marcaron un antes y un después con sus camisetas de la ACB y consiguieron de forma merecida su salto a la mejor liga del mundo. La NBA les recibió a cada uno de ellos como un sueño y generando millones de expectativas. Sueños cumplidos y muchos más por cumplir encumbran a estos tres magos de la pelota como referencias en sus respectivos equipos. Pero esta liga no deja de ser un negocio y la visión económica es parte fundamental de sus carreras.

Pau Gasol llegó a los Lakers pisando fuerte, partido tras partido ha dado todo le mejor, ha sufrido, ha disfrutado y se ha hecho un merecido hueco entre los mejores. Ahora bien, todo ese positivismo está decayendo en los últimos meses. El jugador angelino no tiene claro su futuro y lejos de ofrecerle una aclaración o una simple conversación, ahora la NBA, le paga con silencio y ambigüedad. Que los Lakers quieren una estrella más joven, de acuerdo. Que quieren vender a Pau, también están en su derecho, pero qué menos, por favor, que dejen a un lado tanta rumorología y ofrezcan a un jugador como el catalán un poco de tranquilidad y sosiego. No puede enterarse a través de las redes sociales que quizá su futuro esté lejos de la compañía de Kobe.

El caso de Ricky es bien distinto. En pocos meses ha encajado a la perfección en los Timberwolves. El base ha disputado 41 partidos y 31 de ellos de titular. Ha conquistado la NBA y tras la durísima lesión que ha sufrido hace unos días en su rodilla izquierda, la NBA, se ha portado bien con él y le ha devuelto todo lo que estaba dando en forma de apoyo, ánimo y confianza. El jugador estará de seis a nueve meses de baja y se perderá así lo que resta de temporada y posiblemente también los Juegos Olímpicos de Londres. Sin embargo, los Wolves, cuentan con él en cuanto se recupere y así se lo han hecho saber. Quieren que el base esté tranquilo y se centre en conseguir una pronta recuperación. Esta vez las redes sociales han servido para hacerle llegar miles de mensajes de ánimo y apoyo. Así sí.

Y el siempre legendario y correcto José Manuel Calderón también nos dio un susto este fin de semana. Al final todo ha quedado en un sobresalto y en un esguince severo de tobillo, pero su imagen tirado en la cancha mientras disputaba un partido frente a los Pistons no nos la borra nadie de la mente.

Está claro que el nivel de exigencia de estas competiciones es así y que las lesiones, traspasos, ventas y movimientos de jugadores están a la orden del día. Ellos han elegido su destino y bien que les pagan por ello. Sin embargo, creo que un poquito de saber hacer en determinadas ocasiones, hace que todo sea mucho más simple. La gestión con la que se han enfrentado los Lakers al caso de Gasol no tiene nada que ver con la que han hecho los Wolves de Ricky. Dos maneras muy diferentes de saber tratar a los jugadores, a sus eternas promesas. Mucho ánimo a todos ellos, los tres son made in Spain.

Sin voz ni voto

Fin de semana negro para los españoles que compiten en NBA. Ricky Rubio sufre una grave lesión, Calderón un esguince severo en el tobillo y Pau Gasol todavía no tiene claro su destino profesional
Lara Franco Andrés
lunes, 12 de marzo de 2012, 08:56 h (CET)
La NBA rara vez hace concesiones y si una vez recibes no te olvides que en algún momento tendrás que dar.

Llevamos una semana un tanto movida en lo que a baloncesto se refiere y nuestros chicos de la ÑBA no han tenido su mejor fin de semana. Pau, Ricky y Calderón son esta vez los protagonistas. Tres grandísimos jugadores que diariamente disfrutan con su afición y su trabajo. Cualquiera de ellos se desvive por seguir mejorando y contribuyendo a la historia del baloncesto. Marcaron un antes y un después con sus camisetas de la ACB y consiguieron de forma merecida su salto a la mejor liga del mundo. La NBA les recibió a cada uno de ellos como un sueño y generando millones de expectativas. Sueños cumplidos y muchos más por cumplir encumbran a estos tres magos de la pelota como referencias en sus respectivos equipos. Pero esta liga no deja de ser un negocio y la visión económica es parte fundamental de sus carreras.

Pau Gasol llegó a los Lakers pisando fuerte, partido tras partido ha dado todo le mejor, ha sufrido, ha disfrutado y se ha hecho un merecido hueco entre los mejores. Ahora bien, todo ese positivismo está decayendo en los últimos meses. El jugador angelino no tiene claro su futuro y lejos de ofrecerle una aclaración o una simple conversación, ahora la NBA, le paga con silencio y ambigüedad. Que los Lakers quieren una estrella más joven, de acuerdo. Que quieren vender a Pau, también están en su derecho, pero qué menos, por favor, que dejen a un lado tanta rumorología y ofrezcan a un jugador como el catalán un poco de tranquilidad y sosiego. No puede enterarse a través de las redes sociales que quizá su futuro esté lejos de la compañía de Kobe.

El caso de Ricky es bien distinto. En pocos meses ha encajado a la perfección en los Timberwolves. El base ha disputado 41 partidos y 31 de ellos de titular. Ha conquistado la NBA y tras la durísima lesión que ha sufrido hace unos días en su rodilla izquierda, la NBA, se ha portado bien con él y le ha devuelto todo lo que estaba dando en forma de apoyo, ánimo y confianza. El jugador estará de seis a nueve meses de baja y se perderá así lo que resta de temporada y posiblemente también los Juegos Olímpicos de Londres. Sin embargo, los Wolves, cuentan con él en cuanto se recupere y así se lo han hecho saber. Quieren que el base esté tranquilo y se centre en conseguir una pronta recuperación. Esta vez las redes sociales han servido para hacerle llegar miles de mensajes de ánimo y apoyo. Así sí.

Y el siempre legendario y correcto José Manuel Calderón también nos dio un susto este fin de semana. Al final todo ha quedado en un sobresalto y en un esguince severo de tobillo, pero su imagen tirado en la cancha mientras disputaba un partido frente a los Pistons no nos la borra nadie de la mente.

Está claro que el nivel de exigencia de estas competiciones es así y que las lesiones, traspasos, ventas y movimientos de jugadores están a la orden del día. Ellos han elegido su destino y bien que les pagan por ello. Sin embargo, creo que un poquito de saber hacer en determinadas ocasiones, hace que todo sea mucho más simple. La gestión con la que se han enfrentado los Lakers al caso de Gasol no tiene nada que ver con la que han hecho los Wolves de Ricky. Dos maneras muy diferentes de saber tratar a los jugadores, a sus eternas promesas. Mucho ánimo a todos ellos, los tres son made in Spain.

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