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Cuando eres profesional y te meten 5, te quedas con cara de tonto. Si no le marcas al mismo equipo en seis partidos distintos, te quedas con cara de tonto. Vamos, que al Espanyol no es que se le de mal el Madrid, es que no se le da. No aciertan con la tecla control del teclado futbolístico, pero el domingo en casa vuelven a tener una oportunidad de redimirse y apretar el escape en dirección a Europa. Enfrente, otro equipo madrileño, el no glamuroso, el de no estrellas, el brillante Rayo Vallecano de Sandoval.
Dídac “mea” dentro de tiesto
El lateral, uno de los mejores zurdos de la Liga y efectivos y regulares como los demás renombre, reconoció que su deseo es triunfar en el Milán, equipo al que pertenece. Lo que hoy es un hándicap mañana será un dilema, y la directiva y Pochettino lo saben.
Vuelve Pandiani, no estará Weiss
El retorno del rifle Walter Pandiani es la principal novedad en la lista de convocados del Espanyol. Forlín y Weiss, por sanción, serán baja, y el convertido en pilar defensivo, Raúl Rodríguez, por lesión, tampoco estará.
El curioso caso de Raúl Tamudo
El que es el mejor jugador de la historia del Espanyol a todas luces volverá al que nunca fue su estadio, porque Cornellá es de la era Pochettino, y en la era Pochettino Tamudo no olió la titularidad. Por las viejas rencillas, por el homenaje sentido de una afición devota del 23, será un partido especial para el colomense.
Sandoval, Michu, Europa
Entrenador sobresaliente, mito ya del Rayo, su papel como debutante en la Primera División es digno de mención. Tiene al equipo con menor presupuesto y mayores problemas económicos en sexta posición. Sin miedo de Europa, pero sin pensarlo como una meta probable. Pero eso no convence a Michu, artífice número 2 del éxito de este equipo en esta liga.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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