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Con otro ánimo
Sin apenas tiempo para asimilar la derrota frente al Mallorca y después de una semana de reencuentros –Armenteros- y llegadas de nuevas caras a la calle Payaso Fofó –Pulido y Diego Costa-, el Rayo regresa a Vallecas para recibir a un Athletic que se encuentra en busca del camino hacia Europa.
Los refuerzos parecen haber levantado el ánimo de la plantilla rayista que, ante el cuadro vasco, intentará quitarse la espinita de la derrota ante el Mallorca. Sin embargo, ninguno de los recientes fichajes podrá disputar este partido, por lo que todo parece indicar que en la tarde del sábado, los mismos hombres que plantaron cara al conjunto balear, lo harán también frente al Athletic.
La zona de abajo se encuentra cada vez más apretada, y los tres puntos se antojan más que necesarios para poder levantar el vuelo y alejarse de la zona comprometida de la tabla, de la que el Rayo Vallecano se encuentra a tan sólo tres puntos.
Muniain estará en Vallecas
En el otro lado y ya como
semifinalista de Copa, el Athletic regresa a la capital para intentar olvidar
la goleada encajada, hace a penas seis días, en el Paseo de la Castellana. El técnico
argentino espera sacar un resultado positivo en Vallecas para retomar con paso
firme su camino hacia los puestos europeos.
La ausencia más destacada
del conjunto vasco será Óscar de Marcos, expulsado en la anterior jornada y uno
de los jugadores más en forma de la temporada. Sin embargo, no todo son malas
noticias para los de Lezama, que podrán contar con el resto de su artillería,
incluido Íker Muniaín, prácticamente recuperado de una contusión sufrida en el
pasado miércoles en el Iberostar Estadi.
Partido repleto de color el que se verá en Vallecas entre dos equipos que apuestan por un fútbol atrevido y que servirá para abrir una intensa segunda vuelta que encara la cuesta abajo con todo por decidir. En el partido de ida, el Rayo dejó una gran impresión arañando un valioso empate en San Mamés.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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