Ficha técnica 88- UCAM Murcia: Franch (14), Miso (4), Jordi Grimau (19), Sekulic (16) y Augustine (9) -cinco inicial-, Popovic (-), Sergio Pérez (-), Barlow (12), Walsh (14) y Rejón (-). 75- Asefa Estudiantes: Granger (12), De la Fuente (3), Wright (13), Simmons (1) y Gabriel (17) -cinco inicial-, Jaime Fernández (-), Flores (14), Carlos Jiménez (6), Clark (2) y Driesen (7).. Parciales: 23-20, 21-27, 23-11 y 21-17 Árbitro: José Antonio Martín Bertrán, Carlos Peruga y Miguel Ángel Pérez NIz. Eliminaron por cinco faltas personales al visitante Germán Gabriel en el minuto 40. Incidencias: Partido disputado en el Palacio de los Deportes de Murcia ante unos 6000 espectadores. Datos destacables Lo mejor: Jordi Grimau El exjugador de Manresa sembró numerosas dudas en sus primeros partidos con la camiseta del UCAM Murcia, pero el catalán ha hecho gala de una gran fortaleza mental que le ha permitido voltear una situación delicada. Hoy ha vuelto a ser el anotador exterior más fiable de los locales y, además, en los momentos claves. Lo peor: Los últimos minutos de Asefa Estudiantes Los de Pepu Hernández han tirado sus opciones de llevarse un partido por culpa de su indolencia defensiva y su inoperancia manifiesta a la hora de cerrar el rebote. El dato: 2 asistencias de los colegiales en todo el partido. Tan pírrico número es una prueba incontestable y preocupante del inexistente juego colectivo del equipo madrileño. A su técnico le queda mucho trabajo por delante.

Tras una racha de 3 derrotas consecutivas, algunas de ellas dolorosísimas como la sufrida en casa ante Blusens Monbus, el UCAM Murcia ha vuelto a saborear las mieles de la victoria ante Asefa Estudiantes, en un partido cargado de idas y venidas y con la tensión propia de un partido en el que ambos se jugaban mucho condicionados por su precaria situación en la tabla. Al ser tanto unos como otros conscientes de la trascendencia del choque, el inicio del mismo fue trepidante. El ritmo de juego era elevadísimo y el derroche físico en esos primeros compases, completamente desmesurado e insostenible durante los 40 minutos. En ese tramo inicial, German Gabriel se haría fuerte en la pintura y se convirtió en la principal amenaza para el aro del equipo murciano, incapaz de evitar las situaciones de 1x1 en las que ninguno de los interiores del conjunto local era capaz de parar al pivot de Asefa Estudiantes. Pero si Augustine y Sekulic sufrían en facetas defensivas, no ocurría lo mismo cuando se trataba de atacar el aro rival. Tanto el americano como el montenegrino generaron muchísimas situaciones bajo el aro colegial en las que no solo pudieron anotar, si no que creaban desequilibrios defensivos para que sus compañeros en posiciones exteriores tuvieran opciones de tiros liberados. Este primer cuarto, de inusitado ritmo anotador para una afición murciana acostumbrada a tanteos mucho más bajos, finalizó con ventaja para los locales de 3 puntos (23-20). La ventaja pudo haber sido mayor de no haber sido por la irrupción de Driesen por parte de los visitantes, muy incisivo desde el poste medio y alto. La consecuencia directa de que los de Pepu Hernández cargasen tanto su juego ofensivo a alguien que generaba tantos problemas en defensa como es Germán Gabriel es que los interiores de UCAM Murcia se cargaron muy pronto de faltas. Sin Augustine en pista los de Luis Guil perdieron a su principal referencia y se abandonaron a un carrusel de tiros exteriores un tanto precipitados. Asefa Estudiantes aprovechó el momento de flaqueza de sus rivales para darle la vuelta al marcador de la mano, principalmente, de Luis Flores, muy acertado en el tiro a media y larga distancia. A pesar de que los locales recuperaron el pulso anotador poco antes del descanso, no pudieron evitar que Asefa Estudiantes se retirara a los vestuarios con ventaja en el marcador (44-47). La reanudación del encuentro nada tuvo que ver con lo visto en los dos cuartos precedentes. Ambos conjuntos perdieron la frescura en ataque y firmaron un parcial de 7-1 durante los 5 primeros minutos del tercer parcial. Los murcianos, si bien tampoco hacían gala de un gran acierto anotador, aprovecharon el cortocircuito total de su adversario para recuperar la iniciativa en el marcador e incluso tomar algo de aire. Para cuando el equipo madrileño empezó a carburar, los locales ya habían asentado su ventaja y lograron finalizar el tercer cuarto con una renta de 9 puntos (67-58). Cuando un triple de Miso nada más iniciarse el cuarto final dejó la ventaja en 12 puntos (70-58), la afición local tenía la esperanza de poder disfrutar de una tranquila recta final de partido si los de Luis Guil sabían administrar su renta. Pero precisamente uno de los numerosos talones de Aquiles que ha sufrido el equipo murciano esta temporada es su incapacidad para cerrar partidos, y este partido no iba a ser una excepción. De la mano de Granger y Wright los colegiales llegaron a reducir la desventaja a 3 puntos para desconcierto de un UCAM Murcia entregado una vez más al tiro exterior, por lo general mal seleccionado y ejecutado de forma muy precipitada. Asefa Estudiantes tuvo dos posesiones para haber reducido todavía más la renta o incluso haber empatado (con 78-75), pero el aro escupió sendos lanzamientos y en lo sucesivo el equipo local se mostró más certero de cara al aro y logró cerrar el partido, para delirio de una grada local no muy habituada no ya solo a ver a su equipo ganar, si no a disfrutar de anotaciones superiores a los 70 puntos. Con este triunfo, UCAM Murcia escapa de los puestos de descenso y vuelve a tomar el pulso a la competición. Varios son los síntomas positivos que muestra el equipo, como es el buen rendimiento que está ofreciendo Josep Franch, cada vez más atrevido e incisivo de cara al aro y asumiendo su responsabilidad (que es mucha) en este proyecto. Por el contrario, la rotación sigue antojándose escasa. La participación de jugadores como Sergio Pérez o Jasen es testimonial cuando no inexistente, y Popovic, el base recientemente fichado, no alcanza el nivel exigido por el preparador para darle descanso a Franch. Muy mal partido de Asefa Estudiantes, demasiado inconsistentes en ataque y con la sensación de que cada uno hace la guerra por su cuenta, como muestran las dos asistencias que han dado en todo el partido. Encomendarse a jugadores tan díscolos e intermitentes en situaciones de ataque de 1x1 es un riesgo que Pepu Hernández no debería asumir si no quiere complicarse todavía más su situación.