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Técnica para centrarse en lo más importante

Productividad y eficacia
César Piqueras
sábado, 22 de julio de 2017, 08:50 h (CET)
Hemos llegado a un momento de nuestras carreras profesionales y nuestras vidas en el cual no gestionamos el tiempo, ni tan siquiera gestionamos tareas concretas, gestionamos prioridades constantemente, muchas de ellas algo indeterminadas incluso. Vivimos tiempos de desenfreno en lo que se refiere a productividad, puedes ser tan productivo como quieras o no, y de ello dependerán en buena medida tus resultados. Centrarse en lo más importante me parece una habilidad esencial a cultivar.

Tomé conciencia de esto hace unos días. Disponía de 3 horas para elegir libremente qué hacer entre una larga pila de tareas (slot). Entre todo ello había correos electrónicos por responder, propuestas por realizar, llamadas telefónicas y unos cuantos temas personales. De repente, leí un correo, parecía interesante, así que me puse a responderlo…

A los dos minutos, pensé: “Si esta tarea no estuviera hecha mañana, ¿me arrepentiría?” y yo mismo me contesté “no”. Así que dejé de responder a tan interesante correo.

Enseguida me dije: “de todas las tares que hay por hacer, ¿de cuáles me arrepentiría si mañana no estuvieran hechas?” y señalé 3 en concreto: Responder un email, realizar una llamada y una propuesta para un cliente que ya se demoraba unos días.

Tomé conciencia de algo que ya sabía, pero que algunas veces también paso por alto: centrarse en lo importante no es algo que hay que hacer sólo los lunes por la mañana, hay que hacerlo toda la semana. En lo que se refiere a nuestra productividad, nuestra gestión del tiempo tiene que estar alineada con nuestros objetivos.

El problema es que entre todo lo importante se cuelan tareas menos importantes, más “interesantes” (como mi correo) que nos llaman la atención y suponen una tentación que pocos podemos rechazar.

Imagina que quisieras perder peso y abrieras la nevera cada 30 minutos. Fácilmente acabarías consiguiendo justo lo contrario. Al igual nos ocurre con nuestra productividad, tenemos que entrenar el ojo para ver sólo lo que importa, lo que es esencial, y lo que “si no lo hicieras, te arrepentirías mañana”.

Conozco a unas cuantas personas que se arrepienten de no haber pasado tiempo con sus hijos, o de no haberse cuidado, o de no haber ahorrado lo suficiente. Todo esto ocurrió porque en aquel momento ante sus ojos aparecieron cosas más “interesantes” que hacer. Sin embargo, estas cosas tan interesantes no eran las más importantes y, de alguna forma, estas personas perdieron el Norte.

Así que te invito, en cada momento de tu vida a hacerte esta pregunta:

¿Si no hiciera esta tarea me arrepentiría mañana?
Si la respuesta es “sí”, entonces hazlo.

Si es un “no”, no lo hagas.

Por cierto, con respecto a los hijos, la pareja, la familia o tu salud. La palabra “mañana” no es de aquí a 24 horas como algunos piensan, es de aquí a unos cuántos años. De ahí que muchas veces echemos a perder cosas importantes de nuestras vidas sin darnos apenas cuenta, porque el cambio ocurre tan lentamente que pensamos que todo va bien. Parece que “mañana” no pasará nada, pero en unos años el tiempo acaba haciendo de implacable juez ante nuestros ojos.

Haz de tu vida algo extraordinario, no esperes a “mañana” con las cosas realmente importantes. La vida no puede esperar.

Que tengas un gran día.

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