La "guerra ilegal" que supone la decisión de la OTAN para algunos eurodiputados, es para otros una medida necesaria para lograr procesos democratizadores en Libia. En una semana intensa para la Unión Europea, Libia, Japón y la crisis económica mantienen abierta la discusión dentro del Parlamento Europeo.
Gina Gulberti / Corresponsal en Bruselas
El diputado de Alianza de Liberales y Demócratas por Europa, Guy Verhofstadt, hablaba ayer en el pleno del Parlamento de una "falta de estrategia de la Unión Europea ante las revoluciones árabes". Mientras, en la conferencia ofrecida hace un par de días por la alta representante de la UE, Catherine Ashton, definía esta actuación militar como "una necesidad para la democratización del país y un camino para la libertad y autonomía del pueblo libio".
No escasean los abucheos, salidas de tono e irreverencias por parte de partidarios y opositores frente a las diferentes intervenciones en plenos y conferencias. La división es manifiesta y las críticas a quienes se posicionaron en detrimento de la guerra de Irak y ahora lo hacen en el lado opuesto no hacen más que crispar los ánimos de algunos parlamentarios. "Sarkozy, Merkel y Zapatero fumaban puros con Gadafi hace unos meses, y ahora le declaran la guerra; esto es una política de doble rasero" declaraba Willy Meyer, eurodiputado por Izquierda Unida en el Parlamento.
"Hay que distinguir entre compromiso y aislamiento. A veces es mejor cooperar para favorecer la voluntad de los ciudadanos" decía Ashton. Y es que esta se ha convertido en la principal premisa que repiten una y otra vez Ashton y los representantes del Consejo Europeo. Pese a la muy comentada y criticada falta de gestión de esta guerra contra Gadafi, los altos representantes tratan de mantener la cabeza alta, y no decaen ante las preguntas de periodistas y eurodiputados.
Por otro lado, Japón y la crisis económica se mezclaron con timidez en el discurso de los diputados durante la sesión del pleno de ayer. Sin embargo, todo apunta a que la reunión de esta tarde del Consejo Europeo en Bruselas, estará centrada en la inminente caída del gobierno de José Sócrates en Portugal y las medidas que España adoptará para no ser contagiada. El "Pacto por el Euro" que está previsto aprobar esta tarde por los 27, llega en un momento difícil para una Unión Europea con muchos frentes abiertos.