Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Economía | Liberal

Capital vs. economía

El capital desprecia a la economía
Mario López
lunes, 23 de enero de 2017, 00:59 h (CET)
Decía el economista Juan Torres que la economía no es una ciencia exacta porque los agentes que intervienen en ella son personas que hacen lo que les da la gana. La química pasaría a ser una suerte de economía si los electrones cobraran inteligencia, albedrío. Qué podríamos esperar si los electrones pudieran obrar a su voluntad. Qué ocurriría si los átomos de determinadas moléculas decidieran unirse mediante enlaces covalentes en lugar de, como vinieron haciendo hasta ahora, mediante enlaces iónicos (o viceversa). No sé si tal decisión electrónica podría llegar a provocar la destrucción del Universo, lo que sí está claro es que la química dejaría de ser una ciencia para convertirse en una lotería.

De esto se deduce que cuanta más libertad tengan los agentes que intervienen en la economía, la economía es menos ciencia, menos exacta, más imprevisible y, consecuentemente, menos útil. Y si entendemos que la economía es vital para el mantenimiento de una sociedad en condiciones medianamente civilizadas, tenemos que convenir que ha de restringir la libertad de los agentes que en ella intervienen cuanto más mejor.

Para los liberales, la libertad económica es la madre de todas las libertades, algo incuestionable y piedra angular de la democracia. No entienden que “libertad económica” es un oxímoron: o estamos con la libertad o con la economía, con las dos a la vez es imposible. Y esto es lo que nos viene sucediendo desde hace siglos: no hay economista que haya sido capaz de llevar a cabo un modelo económico de éxito ni, mucho menos, predecir las consecuencias que tal modelo puedan acarrear en el futuro; la libertad de los agentes económicos acabará provocando siempre, en el momento más inesperado pero inoxerablemente, una catástrofe; una tras otra a lo largo del tiempo. Porque mientras el trabajo está férreamente regulado, el capital campa a sus anchas, haciendo siempre lo que le viene en gana.

Para los socialistas, la libertad económica debería ser lo que es: un oxímoron. Los socialistas deberían entender que no puede haber libertad en la economía, que la economía es la primera y más vital infraestructura del edificio social, de la comunidad. Que las reglas pueden cambiar, pero siempre tendrá que haber reglas de obligado cumplimiento.

El neoliberalismo se cargó la política, al dejar el poder en manos del capital. Pero también la economía. No es que la economía sea una ciencia inexacta; es que el capital, al igual que desprecia la política, desprecia la economía. En lugar de adaptarse al conocimiento, a la ciencia económica, utiliza a los economistas para hacer ingeniería financiera. Y no hay ingeniería sin ciencia.

Noticias relacionadas

Tres campos sociales se erigen desde hace tiempo como los nichos o abrevaderos fundamentales de los que se nutren de materia prima los principales medios de comunicación para producir noticias sin parar con el propósito finalista de distorsionar y manipular la realidad creando así un espectáculo permanente de fruslerías que provoquen asombro o escándalo en las personas cautivas de consumo mediático.

"No vamos a romper la estabilidad para ponernos en manos de PP y Vox, la peor oposición que ha tenido nuestro país", dijo el presidente en su comparecencia ante los medios. ¿Se habrá escuchado la barbaridad que ha soltado? ¿Se puede ser más antidemocrático que este nefasto personaje chulesco y engreído? Él puede pactar con proetarras, independentistas y bandoleros golpistas, pero los demás han de pactar sólo con quien él diga.

Frente a los prudentes, los fatuos se envalentonan. Es el problema de los que miden sus actos y contienen sus lenguas. El obispo de Madrid, Enrique Tarancón, lo dijo varias veces: el exceso de prudencia es una imprudencia. ¿Cuál es la imprudencia? Que demos pábulo a toda una serie de cosas que son, hablando “prudentemente”, impresentables.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto