Los equipos de rescate han recuperado cuatro cadáveres de los restos del hotel Rigopiano, ubicado en la zona centro de Italia y sepultado por una avalancha de nieve que tuvo lugar el miércoles, después de una fuerte cadena de seísmos.
Las autoridades han confirmado que 35 personas, entre ellas varios niños, se encontraban en el interior del establecimiento cuando se produjo el alud: 24 clientes y once trabajadores. Los únicos supervivientes son dos hombres que se encontraban fuera del hotel cuando tuvo lugar la tragedia.
Del edificio, de cuatro plantas, apenas son visibles una parte del tejado y una galería de ventanas. Un miembro del equipo de Bomberos, Antonio Crocetta, ha reconocido a Reuters desde el lugar que "el hotel está casi completamente destruido".
Los efectivos de rescate habían localizado cuatro cadáveres hasta este jueves por la tarde. El alcalde de Farindola, Ilario Lacchetta, ha lamentado que "las esperanzas de encontrar a alguien con vida se reducen con cada hora que pasa", por lo que se limita a "abrazar a los familiares de los desaparecidos", según la cadena Sky.
El hotel, situado en el Parque Nacional del Gran Saso, está a 1.200 metros de altura, lo que ha complicado el acceso a la zona. Los primeros equipos no llegaron hasta pasadas las 4.00 horas del jueves y ya desde el primer momento se confirmó lo que Farindola ha descrito como un "escenario trágico".