Seguramente esta semana estarás dándole vueltas a una serie de ideas relacionadas con tus sueños y anhelos, recuerdas esos propósitos que te planteaste hace ya casi trescientos sesenta días. Esos que sin dudarlos acuñamos todos cada año como propios, quizás responden a las necesidades de tu grupo de referencia, o los escuchaste en alguna emisora de radio, o en alguna televisión. Esos que yo denomino propósitos al uso.
Seguramente un buen grupo de ellos se centran en el cuidado personal, alimentación, tanto psíquico como físico, desde perder unos kilos hasta dejar algún habito de vida no del todo saludable. Por otro lado está otro grupo que abordan tu vida con los otros, es decir, el tiempo que dedicas al trabajo y como poder centrar tus fuerzas en dedicárselo a los tuyos, tanto la familia como a los amigos.
El primer problema que podemos observar ante esta cantidad de propósitos es que mayoría no conectan con nosotros, con nuestros intereses, ya que no han surgido de nuestras necesidades, con lo cual los vivimos como ajenos, aunque en ocasiones nos identifiquemos con ellos, debido a que en mayor o menor medida responden a necesidades más generales. Esto hace que no los sintamos como propios lo que produce en nosotros una desmotivación. Pero además el grado de exigencia personal que demandan es muy alto, nos parecen tan inalcanzables que desconectamos de ellos sin más.
Es bueno, por esa razón, partir de tus propias necesidades, de esos propósitos que conecten contigo, por ello, me gustaría plantearte que realices una lista de propuestas, entre diez y quince, explicando que aportan a tu vida. Posteriormente céntrate en dos o tres, los más que te gusten o creas que aporten más valor a tu vida.
Un vez hecho esto, observamos, intentando realizar un ejercicio de imaginación, proyectate en el futuro con ellos. Si te cuesta un poco redacta una lineas para cada objetivo imaginando lo que has conseguido en unos meses dando así la mejor versión de ti mismo.
Sería importante que te hicieses algunas preguntas: ¿con qué recursos y potencialidades cuentas para conseguirlos? ¿qué estarías dispuesto a arriesgar en tu vida por ponerlos en marcha? Por ejemplo tiempo, esfuerzo, dinero, etcétera. Además sería interesante que observaras ¿cuáles serían tus apoyos para poder ejecutarlos?
Llegados a este punto ya estamos en disposición de fijarnos pequeñas metas que nos permitirán ir poco a poco y paso a paso recorriendo ese plan que nos hemos trazado. Por ello si te es más fácil para visualizarlo, dibuja una escalera donde cada escalón es una pequeña meta a alcanzar y consolidar, dedica semanalmente un tiempo a evaluarlas. Eso si, no te olvides de cual es tu meta final y en cada momento observa todo aquello que has ido consiguiendo en cada momento. Con el tiempo observarás que irás recorriendo el camino de tus propósitos, Feliz, en definitiva solo ese recorrido es el que te acercará a sentirte que conectas con tus intereses, eso te hará feliz y dará sentido a tu vida.
|