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Prosa poética de Aurora Varela

Mientras viajo en mi Renault Dacia…

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El moreno que amo ahora, en el año 2006, guapetón, ojos marrones, esbelto y derecho, labios carnosos y nada mariposa, es un morenazo sin igual, simpático, allí te envío mi amor en un sobre, derecho a tu corazón. Así por los suelos, la cabeza baja y con la lluvia, que cae sin piedad, también sobre mí, mojándome los pies. Lloverá, que Dios quiere que las nubes se llenen de agua para descargar, es así el jefe, tengo más protección que el Papa pues es que así lo desean, eso creo, eso anhelo, eso es lo único que verdaderamente tengo.

Rueda que te rueda voy con mi renault dacia logan color azul mineral. Me lo chocaron, no fue mi culpa, tiene unos golpes que le afean. Se los arreglaré algún día.

Las nubes se ponen negras y van anunciando la noche que se acerca, voy acelerando más fuerte y profundamente para llegar a mi casa antes de que oscurezca. Recuerdo las sabias palabras de mi madre, que viaje por autopista. Lo siento madrecita mía, soy mujer de carretera. El miedo entra en mis carnes pues puede haber ladrones hábiles que acerquen sus armas blancas a mi cuello de cisne. Todo les será dado. Rezaré un padre nuestro para que alargue la luz del día aunque llegue a casa tarde. Las nubes desaparecen y el cielo pierde brillo y allá lejos se levanta un cálido tinte rojo que sostiene la última luz de una traicionera tarde. No nacerá un nuevo día, morirá el que ha transcurrido llevándose mis secretos.

Tengo un miedo insuperable, corro sin saber por donde, aunque me accidente y muera, todo antes de que lo negro envuelva mi pobre vida llenándola de pena. Si hubiera escuchado a mi madre dejaría las carreteras aunque hubiera que pagar peajes y peores fueran los paisajes. No en todo hay que ser pobre, humilde y corriente. Otros usan buenas vías de circulación y sus coches son muy caros, en ellos llevan buenas radios, gps... yo sólo llevo dos gorros, impermeable, bolsas de croquetas de gato, cds, jaulas y bolis.

A algunos seres vivos Dios les da de todo para después pasar a cobrarles de la manera más cruel. Yo no podré defenderles, no tengo esa autoridad. Sabes que soy igual que tú y aunque el juicio no sea mío sería como si fuese. No desearía jamás tu papel en este rodaje.

Lucy se quiere casar y ya tiene 42. Yo le aconsejo minifalda para ir al Hospital, a las compras, las cenas, viajes, recados y hasta para dormir si hace falta. No es necesario un tiempo para la conquista, se pone uno la minifalda y ya está, ella hará el trabajo por ti. Suerte.

Luz color amparo, azul, blanca, nostalgia, verde de verdad, anaranjada, beige, color de la alegría, luz marrón y negra, de tirabuzones, esperanza muerta, violeta y lila, del color que tenía que ser. Vuelve la locura con la nueva luz del alba.

Comí chocolate, mil granos en mi cara se asoman, negro, con leche, fondant, con almendras, blanco, crocante y de turrón. Estaba dulce y bueno. Ha sido a las seis de la tarde, lo disfruté como nunca.

Llenar folios pensando si debo quedar aquí o irme a un nuevo país: Italia, Colombia o Venezuela. Llenándolos y buscar saber si debo dejar este sitio o seguir viviendo con poco dinero... ¿a dónde voy?, ¿a dónde?, ¿a qué parte de Italia: Firentze, Padova o Venetzia?, bueno ya sabré.

Soy una mujer alegre y fiestera, valiente y un poco complicada, no una pobre desgraciada abandonada a su suerte, porque yo lo valgo. Nadie me conocerá del todo jamás, pero sabrán de mi eterna sonrisa de Mona Lisa, aquella cuyo significado me pertenece. No me importará que me llamen La Gioconda porque fue uno de los mejores cuadros de Leonardo da Vinci. Y yo también ofrezco buenos cuadros a la historia.

Mientras viajo en mi Renault Dacia…

Prosa poética de Aurora Varela
Aurora Peregrina Varela Rodriguez
domingo, 25 de diciembre de 2016, 11:01 h (CET)
El moreno que amo ahora, en el año 2006, guapetón, ojos marrones, esbelto y derecho, labios carnosos y nada mariposa, es un morenazo sin igual, simpático, allí te envío mi amor en un sobre, derecho a tu corazón. Así por los suelos, la cabeza baja y con la lluvia, que cae sin piedad, también sobre mí, mojándome los pies. Lloverá, que Dios quiere que las nubes se llenen de agua para descargar, es así el jefe, tengo más protección que el Papa pues es que así lo desean, eso creo, eso anhelo, eso es lo único que verdaderamente tengo.

Rueda que te rueda voy con mi renault dacia logan color azul mineral. Me lo chocaron, no fue mi culpa, tiene unos golpes que le afean. Se los arreglaré algún día.

Las nubes se ponen negras y van anunciando la noche que se acerca, voy acelerando más fuerte y profundamente para llegar a mi casa antes de que oscurezca. Recuerdo las sabias palabras de mi madre, que viaje por autopista. Lo siento madrecita mía, soy mujer de carretera. El miedo entra en mis carnes pues puede haber ladrones hábiles que acerquen sus armas blancas a mi cuello de cisne. Todo les será dado. Rezaré un padre nuestro para que alargue la luz del día aunque llegue a casa tarde. Las nubes desaparecen y el cielo pierde brillo y allá lejos se levanta un cálido tinte rojo que sostiene la última luz de una traicionera tarde. No nacerá un nuevo día, morirá el que ha transcurrido llevándose mis secretos.

Tengo un miedo insuperable, corro sin saber por donde, aunque me accidente y muera, todo antes de que lo negro envuelva mi pobre vida llenándola de pena. Si hubiera escuchado a mi madre dejaría las carreteras aunque hubiera que pagar peajes y peores fueran los paisajes. No en todo hay que ser pobre, humilde y corriente. Otros usan buenas vías de circulación y sus coches son muy caros, en ellos llevan buenas radios, gps... yo sólo llevo dos gorros, impermeable, bolsas de croquetas de gato, cds, jaulas y bolis.

A algunos seres vivos Dios les da de todo para después pasar a cobrarles de la manera más cruel. Yo no podré defenderles, no tengo esa autoridad. Sabes que soy igual que tú y aunque el juicio no sea mío sería como si fuese. No desearía jamás tu papel en este rodaje.

Lucy se quiere casar y ya tiene 42. Yo le aconsejo minifalda para ir al Hospital, a las compras, las cenas, viajes, recados y hasta para dormir si hace falta. No es necesario un tiempo para la conquista, se pone uno la minifalda y ya está, ella hará el trabajo por ti. Suerte.

Luz color amparo, azul, blanca, nostalgia, verde de verdad, anaranjada, beige, color de la alegría, luz marrón y negra, de tirabuzones, esperanza muerta, violeta y lila, del color que tenía que ser. Vuelve la locura con la nueva luz del alba.

Comí chocolate, mil granos en mi cara se asoman, negro, con leche, fondant, con almendras, blanco, crocante y de turrón. Estaba dulce y bueno. Ha sido a las seis de la tarde, lo disfruté como nunca.

Llenar folios pensando si debo quedar aquí o irme a un nuevo país: Italia, Colombia o Venezuela. Llenándolos y buscar saber si debo dejar este sitio o seguir viviendo con poco dinero... ¿a dónde voy?, ¿a dónde?, ¿a qué parte de Italia: Firentze, Padova o Venetzia?, bueno ya sabré.

Soy una mujer alegre y fiestera, valiente y un poco complicada, no una pobre desgraciada abandonada a su suerte, porque yo lo valgo. Nadie me conocerá del todo jamás, pero sabrán de mi eterna sonrisa de Mona Lisa, aquella cuyo significado me pertenece. No me importará que me llamen La Gioconda porque fue uno de los mejores cuadros de Leonardo da Vinci. Y yo también ofrezco buenos cuadros a la historia.

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