La cultura del vino predomina por antonomasia en Sanlúcar de Barrameda. Esta localidad, situada en la provincia de Cádiz, se caracteriza por su tradición bodeguera y por poseer un tipo de suelo llamado albariza, el cual, nutre las vides de esta tierra.
Las características analíticas de este terreno, muestran una gran riqueza de carbonato cálcico, sílice, proporciones diversas de arcilla y bajo contenido en elementos minerales y materia orgánica. El resultado de todo ello, es la Manzanilla, un vino blanco seco y fresco cuya crianza biológica se da bajo un velo de flor que precisa unas condiciones concretas de temperatura y humedad, mimándose durante un largo y arduo proceso, añejándose en barricas de roble americano.
Se elabora con uva Palomino y tiene denominación de origen protegida (D.O.) por lo que es producida exclusivamente en esta ciudad.
Es fascinante asistir a las múltiples visitas guiadas que ofrecen sus bodegas y disfrutar de una cata, en la que puedes degustar distintas variedades de este gran vino. El aroma a Manzanilla que allí se respira es indescriptible, hay que sentirlo. Estos recorridos pueden ser tanto diurnos como nocturnos, siendo cualquiera de los dos totalmente recomendados.
Y sería insuperable, finalizar el día en un restaurante saboreando un buen marisco de la zona, acompañado de una copa bien fría.
Indudablemente, para los amantes de la vinicultura, es una gran oportunidad vivir esta experiencia enológica.
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