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Mantener una buena alimentación es sinónimo de salud. Sin embargo, lo que muchos no saben es que también puede ayudar a tener un pelo cuidado. Desde Hospital Capilar, la mayor corporación del sector capilar, explican que existe una relación directa entre la calidad de la alimentación y la del cabello.
“El cuero cabelludo es irrigado, igual que cualquier otro tejido, lo que significa que le llegan los nutrientes, las toxinas y los metabolitos que nosotros introducimos al cuerpo a través de alimentos. Al igual que una mala alimentación se puede manifestar negativamente en otros órganos, lo mismo sucede en el cabello: el exceso de azúcares refinados y grasas saturadas, así como llevar un estilo de vida poco saludable, lleva a un mayor deterioro del folículo piloso y la fibra capilar”, expone el doctor Walker, de Hospital Capilar.
Sin embargo, aunque el pelo pueda cuidarse desde dentro, no es la solución para evitar la caída del cabello. ¿Por qué? Porque como sostienen desde Hospital Capilar, en general, evitar la caída del pelo solo con alimentación no es posible, ya que hay condiciones genéticas que pueden estar afectando al ciclo capilar.
La dieta perfecta para alimentar tu cabello
En palabras del doctor Walker, lo principal es tener una dieta balanceada y variada. Es decir, es importante contar con una ingesta adecuada de proteínas de origen animal y vegetal, minerales y vitaminas. Por tanto, hay que comer frutas, verduras, carne, pescado y cereales, manteniendo así una dieta en la que podamos integrar en una alimentación diaria todos los grupos alimenticios. Un buen ejemplo de ello es la dieta mediterránea, ya que es variada en verduras y proteínas y cuenta con un buen aporte de nutrientes y aminoácidos.
“Todos los alimentos que sean sintéticos o que sean refinados como azúcares refinados, grasas polisaturadas y alimentos industriales con muy altas cargas de componentes químicos a base de colorantes, conservantes, anilinas, empeoran la salud capilar, al igual que no son beneficiosos para nuestro organismo”, subraya el doctor Walker, de Hospital Capilar.
Además de la dieta, también es importante tener en cuenta que es necesario llevar un estilo de vida saludable en líneas generales, realizar ejercicio regular, ya que disminuye el estrés oxidativo, lo que afecta a todos los tejidos, como al folículo piloso; tener buenos hábitos de cuidado del pelo usando un champú adecuado a nuestro cuero cabelludo; prestar atención a los cuidados cosméticos en base a las características del pelo; evitar una exposición prolongada al sol; tener una buena higiene del sueño y usar protección solar en época de verano, tanto para la fibra capilar, como para la del cuero cabelludo.
Al respecto, el doctor Walker añade que, en líneas generales, para mantener una buena salud capilar debería ser suficiente con mantener una dieta balanceada: “Si la dieta es correcta y equilibrada es suficiente. En algunos casos, por determinadas condiciones como enfermedades o el consumo de ciertos medicamentos, existe una pérdida de micronutrientes. Es aquí donde tendremos que complementar esas deficiencias nutricionales con complementos vitamínicos”.
En estos casos hay que tener en cuenta que todo tratamiento que sea con vitaminas y aminoácidos debe ser o aplicado a través de mesoterapia, o ingerido, porque a través de la piel no hay absorción de ese tipo de nutrientes. Es decir, de manera tópica, lo único que mejoramos es la fibra capilar, pero esto no va a tener ningún efecto sobre el ciclo del crecimiento del pelo.
"Cabe destacar que también es importante cuidar la fibra capilar, mantenerla hidratada, con la cutícula cerrada, que sea resistente y que esté en buenas condiciones de hidratación. Pero para tener un pelo resistente, en gran medida, se debe tener una buena alimentación donde exista un aporte vitamínico adecuado para la formación de queratina (ingiriendo vitamina C, zinc, hierro y vitaminas del grupo B, magnesio) y estimular el crecimiento del pelo”, concluye el doctor Walker, de Hospital Capilar.
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