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La superpotencia en agonía, pueblos del mundo con alegría

En el terreno económico el dominio de EEUU ha caído del 30% del PIB mundial en 2000 al 25% en 2024 y el del campo imperialista que encabeza del 85% al 57%
Eduardo Madroñal Pedraza
martes, 5 de agosto de 2025, 10:24 h (CET)

“(…) y un niño negro anuncie a los blancos del oro la llegada del reino de la espiga.” Lorca.


Hace muchos años, la histeria era un mal que “sólo las mujeres padecían”. En los turbulentos tiempos que vivimos, la histeria es un mal que padece la superpotencia estadounidense en su agonía. La actual histérica respuesta hiperactiva yanqui es producto de, y a la vez esconde, la conciencia de la clase dominante estadounidense, su burguesía monopolista, de que ha generado un fenómeno particular en el desarrollo imperialista a nivel mundial, convirtiendo a Estados Unidos en la única superpotencia realmente existente, pero que, ay, ahora camina hacia su ocaso imperial.


Trump contra los BRICS


No es verdad que vayamos de superpotencia en superpotencia


El rasgo principal de la situación internacional es que estamos en un periodo de transición entre el ocaso imperial de la superpotencia y la emergencia de nuevos centros de poder, que enfrentan al orden unipolar hegemonista por un nuevo orden multipolar. Por eso, tras el final de Estados Unidos como superpotencia no va a aparecer, ni existe ya en la actualidad, una nueva superpotencia.


Los medios de comunicación dominantes nos envenenan con ideas como que “Estados Unidos y China destacan como superpotencias a enorme distancia de los demás (…) el conjunto de capacidades militares, tecnológicas, económicas, productivas y políticas sitúa a estos dos países en una fuerte posición de preeminencia (…) el forcejeo para plasmar el orden mundial está desatado (…) la constatación de la supremacía de EEUU y China es cruda y cristalina”. Mentira pura y turbia que sólo beneficia a EEUU.


La superpotencia en su ocaso porque los pueblos avanzan


El hegemonismo retrocede porque los pueblos lo golpean y avanzan. En África, hoy ganan los Mandela y los Sankara; con gobiernos como los de Senegal y Sudáfrica y las gigantescas movilizaciones desarrolladas en Kenia con influencia del marxismo, que son el motor de una poderosa corriente soberanista en Burkina Faso, Senegal, Mali, Níger, Malawi, etc., que permite la emergencia del continente africano.


En Asia, triunfan los Ho Chi Minh. Son China y Vietnam, pero también Nepal y grandes regiones de India como el Estado Hindú de Kerala; y es Sri Lanka donde ha triunfado recientemente un partido marxista en las elecciones. Así mismo una buena parte de las organizaciones que sostienen la resistencia palestina son comunistas o revolucionarias, más allá del islamismo.


En Iberoamérica avanzan los Allende. Hoy son inmensa mayoría los gobiernos populares y progresistas en el continente que cuestionan la sumisión a EEUU. El motor de esta emergencia es Brasil, país fundador de los BRICS, y en cuyo gobierno de Lula encontramos la influencia marxista del Partido de los Trabajadores.


También en Europa encontramos comunistas en el gobierno de España y hasta 96 partidos comunistas ejerciendo una poderosa influencia en los gobiernos a través de amplios y diversos movimientos de lucha popular.


Un ocaso causado por las luchas en el mundo


Desde 2009 el ocaso imperial de EEUU se ha acelerado en todos los terrenos. En el militar se ha visto obligado a retirarse de Afganistán e Irak de forma humillante, siendo las guerras más costosas y prolongadas que ha acometido el Pentágono. EEUU no ha ganado ninguna de las guerras en las que ha participado en el siglo XXI. Pero también el dominio político global de EEUU ha sufrido un retroceso por los avances de la lucha de los pueblos y los países. La cantidad de países que desafían a la superpotencia aumenta.


El motor principal de este naciente orden multipolar son los BRICS+, una alianza de países que exigen ser tratados en plano de igualdad con la declinante superpotencia y se enfrentan a su dominio. Aunque son 10 países en la actualidad su peso en los ámbitos político, militar, diplomático, económico, comercial y cultural es de alcance global y se desarrolla con una enorme fuerza. Lo reconoce el mismo gobierno de Trump: “los BRICS nacieron para derrocar la posición de líder global de EEUU”.


Cuando los pueblos se ponen de pie


Tanto los BRICS fundadores como los nuevos concentran, salvo Rusia, gobiernos anti hegemonistas, así como aparecen gobiernos y luchas que cuestionan el dominio yanqui en Iberoamérica como Brasil, Colombia, Bolivia, etc., también en África (Congo, Sahel) y Asia (Sri Lanka) Pero destaca el peso del Tercer Mundo que en instituciones como la OMS y la OMC, y donde EEUU no tiene derecho a veto, se ha multiplicado.


En el terreno económico el dominio de EEUU ha caído del 30% del PIB mundial en 2000 al 25% en 2024 y el del campo imperialista que encabeza del 85% al 57%. Mientras que el Tercer Mundo ha aumentado del 18,7% al 43% y China del 4% al 19%. Especialmente significativo es el creciente cuestionamiento de la hegemonía del dólar en el comercio internacional, que pasa del 85% al 55%, al usarse otras monedas nacionales.


“Los países quieren la independencia, las naciones la emancipación y los pueblos la revolución; ésta es la irresistible tendencia histórica de nuestra época y nada puede detenerla”. Mao Zedong.

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