Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Disyuntiva | Humanismo | Comunidad | Reflexiones

Comunitarios singulares

Es importante discernir la uniformidad de la armonía con aportaciones singulares
Rafael Pérez Ortolá
viernes, 1 de agosto de 2025, 09:08 h (CET)

No por mucho hablar se aclaran antes las cosas, quedan como antes o emponzoñamos la situación, son los gajes de dichos parlamentos. Si se dispone uno a pensar, las proyecciones se multiplican, no se atisban limitaciones a las excursiones mentales. Los conceptos abstractos (belleza, mal, bien, excelencia, arte, sentido de la vida, bien común) presentan la característica de no poder precisar su definición; más que un defecto, ofrecen la ventaja de que nadie puede apropiarse de su entidad. Esa imprecisión permite las adaptaciones particulares del protagonismo personal. El SENTIDO de la vida no está fijado, es el sujeto concreto con sus actuaciones quien orienta sus directrices. Desde fuera se apreciarán de variadas maneras.


Lo curioso es como nos arrastran este tipo de conceptos un tanto etéreos. De un lado nos sirven de enlace entre los enigmas existenciales y los retos prácticos de la vida en común. Los matices imprecisos de estos conceptos nos facilitan la evasión sin compromisos rígidos. El comentario de hoy trata de acercarnos a esa relación nuestra con uno de esos conceptos, el de COMUNIDAD, tan reiteradamente sacado a colación. Muy sectorial si lo planteamos en lo biológico, daría mucho que hablar en términos políticos; como sociedad civil sus disparidades son evidentes y en cuanto a las grandes ideas es difícil tenerlas claras. El planteamiento de la conciencia colectiva muestra muchos recovecos sin explorar con perfiles individuales indeterminados.


En las narraciones, aunque sean grandilocuentes las referencias a la comunidad, nunca atan todos los hilos; está presente el concepto, pero no es, representa un halo ambiguo. Por sus características, tampoco cabe esperar que llegue a ser más consistente como entidad bien configurada, siempre estará sujeta a oscilaciones temporales, se modifican sus circunstancias, como también sus integrantes. A pesar de ese carácter inaprensible, aterrizamos a su vera como individuos concretos, expuestos a una serie de influencias comunitarias importantes. En dicha entidad discurre nuestro DESARROLLO, con el complejo dinamismo de sus conexiones y condiciones particulares. Lo percibamos o no según la atención prestada, la relación subsiste con sus consecuencias.


Si los primeros retos abruman en relación con la mera subsistencia, pronto chocamos con la progresiva distorsión ocasionada por los pensamientos divergentes de las personas; las múltiples discrepancias apuntan a los roces tensos. La razón es un potente instrumento regulador, aunque se muestra insuficiente por la cantidad de impulsos irracionales a los cuales nos vemos sometidos. La navegación incierta del VIVIR, no consigue el control del conjunto de bifurcaciones en cada decisión. Desde las experiencias domésticas a la amplitud de los horizontes sociales, La pluralidad de los enfoques comunitarios configura un requerimiento interminable. El dinamismo de los vínculos no aporta certezas.


La exigencia de una mínima organización es patente, también la desigualdad manifiesta respecto a las capacidades y recursos individuales. Como resultado de todo ello, han surgido los ingeniosos MÉTODOS para intentar regular semejante caos; pueden interpretarse en el sentido de apoyos vitales, elementos de control e incluso de dominación. Los modos e intensidades en su aplicación marcarán la diferencia. Se sirven de registros, archivos, tablas, etiquetados, catálogos o leyes. No se aprecian perspectivas iguales en ningún sector de la actividad. Con respecto a los citados métodos, una fina arista separa sus repercusiones beneficiosas de los efectos abusivos, siempre en perjuicio de los menos favorecidos.


Las percepciones no siempre cuadran con la realidad, al menos, casi nunca lo hacen de una manera bien ajustada. Son muy variados los aspectos a tener en cuenta, vistos por separado e incluso se complica la cuestión si coinciden varios a la vez. Las DISCORDANCIAS saltan donde quizá menos se espera, por hablar de tiempos distintos, por hacer valoraciones desde ideas dispares, por desconocimiento de factores implicados o por intenciones maliciosas aunque frecuentes. Al poner en común las experiencias, ese decalaje ocasiona en gran profusión los malentendidos. Las versiones particulares, y no digamos las colectivas, provocan una disgregación del planteamiento comunitario.


Hoy en día, menos que nunca, podríamos hablar de falta de medios para estar bien informados. Sin embargo, tal profusión de emisiones de todo género, nos conduce sin escapatoria aparente al desánimo frustrante, porque nos aumenta el desconcierto al no saber a qué atenernos. Nos vemos obligados a ejercer de PESCADORES en seco de los detalles informativos veraces, pensando que quizá se trate de una tarea imposible, dada la enorme cuantía de versiones e intereses subyacentes. Con paciencia, algo pescamos y nadie podrá decirnos que la pesca es falsa. Nunca quedamos exentos de la necesidad de contrastar los datos obtenidos con la realidad. El verdadero hallazgo radica en la actitud inconformista de seguir buscando.


Para no caer en la mediocridad vulgar de aniquilarse a sí mismo, el ciudadano común ha de posicionarse con las mejores galas intelectuales; la dejadez arrastra a la rutina desaprensiva de los poderosos. Ante el tsunami hegemónico surgido desde la globalidad trivial y despersonalizadora, apenas nos quedan escapatorias; como consecuencia, resulta urgente la necesidad de reaccionar. El enfrentamiento frontal sirve de poco ante enemigo tan potente. Es mejor recurso la actitud del pensamiento LATERAL relacionado con las perspectivas cercanas a la búsqueda de las auténticas zonas de inteligencia. El despertar de los integrantes humanos para revalorizar sus interioridades contribuye al bienestar de todos sin las renuncias estúpidas.


Liberados de las presiones intempestivas a las que somos tan susceptibles, los individuos hemos de partir de nuestras circunstancias, desde los sensores propios y cuantos recursos acaparemos. No siempre estamos en situación de discernir con precisión los condicionantes que nos acechan, las carencias y dificultades son obvias. No obstante, la creatividad artística es una buena fuente de inspiración, la expresividad de sus diferentes ramas nos acerca a la intuición de la realidad no manipulada. Con cualquiera de ellas (Música, pintura, escultura, literatura, cine, etc.) abrimos los ojos para DESCLASIFICAR los encorsetamientos impropios. La única manera de lograr una buena armonía desde la autenticidad personal.


La singularidad de cada participante es imprescindible e inevitable, sea de carácter pasivo o actuaciones enérgicas. Destacan las desviaciones SECTARIAS e intolerantes, predispuestas a imponer sus directrices a costa de quien sea, sin escrúpulos. Disgregan el sentido comunitario, porque constituyen agrupaciones cargadas de opresores y sometidos bajo el designio de fuerzas y abusos.


En el laberinto irregular con tantas veredas y bifurcaciones, no aparece por ninguna parte el plano indicativo de las salidas correctas. Si la realidad es sueño o verdad, al estilo calderoniano, nos conviene acudir a la mejor RESPONSABILIDAD. Aun en el caso de ensoñaciones fantasiosas, para establecer las condiciones ideales, para compartir vivencias y emociones con quienes andan menesterosos como nosotros.

Noticias relacionadas

Hoy estaba meditando, y mientras escuchaba una música suave y melódica, sentí que el mundo era bonito, entonces, en medio de mi meditación saltó en Spotify un anuncio de una cerveza que interrumpió mi momento zen de alta vibración con el universo y esos segundos me hicieron recordar un poema de mi último poemario que hablaba de juguetes rotos.

Las redes sociales se han convertido en una de las herramientas más imprescindibles de la sociedad, las usamos para todo: comprar, viajar, trasladarnos, distraernos y como no, para dar opinión. A veces, el hecho de opinar libremente es una cuestión que jurídicamente puede tener un alto coste.

Figura icónica de la izquierda española y paladín de los republicanos, saludó con entusiasmo, al igual que su hermano Manuel y otros intelectuales, el advenimiento de la Segunda República. Su hermano advirtió muy pronto lo que esta forma de gobierno traía a los españoles y se separó rápidamente de ella.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto