He llegado entre bombas al punto de mala distribución de comida. Otros han caído mientras avanzábamos por los escombros. Peleamos por la comida frente al camión de reparto. Nadie lleva nada. La lucha es a muerte. Alguien nos dispara selectivamente mientras recogemos restos de comida. Potaje de rancho sin descripción posible. Nos subimos unos a otros. Y nos disparan. Alguien nos mata. El que queda con vida se lleva el puchero medio lleno o medio vacío. Salgo corriendo y me siguen disparando. Me han dado. La comida se tiñe de rojo sangre. Seguiré saltando y escondiéndome entre muertos hasta que llegue a las ruinas donde vivimos. Pero un dron me alcanza y se derrama toda la comida. Llegaré a casa vivo. Sin nada que llevarnos a la boca. Y con mucha sangre. Es un día de suerte.
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