La pasada semana en estas mismas páginas escribíamos sobre la conveniencia de encontrar el equilibrio perfecto si tomamos el sol, minimizando riesgos para buscar sus beneficios. El peligro existe y es preciso tomar las precauciones necesarias para evitar consecuencias desagradables, pero también si se eligen los cuidados adecuados nuestra salud lo agradecerá.

Y como no, la alimentación ayuda a la consecución de un espléndido bronceado de nuestra piel. Sólo hay que saber qué alimentos contribuyen mejor a ello. Desde luego, todos sanos y equilibrados y con los nutrientes necesarios para acelerar prudentemente el proceso.
Ya sea por el aporte de antioxidantes, por las vitaminas B, C y E que colaboran activamente en la regeneración de la piel, por los que contienen betacaroteno o manganeso que fortalecen la pigmentación de la piel y por el omega 3 que evita la deshidratación de la dermis.

Pero no solo la alimentación ayuda, como complemento beber agua colabora muy activamente a mantener la piel hidratada, importante para un bronceado duradero, evitando la descamación de la misma, regenerando, tonificando y pigmentando.
Grupos de alimentos recomendados
Expertos nutricionistas y dermatólogos recomiendan la ingesta moderada de cinco grupos de alimentos ideales que abonan el terreno para lograr un bronceado sano, equilibrado, uniforme y prolongado.
Los alimentos ricos en vitamina B propician que la regeneración de la piel se reactive y se encuentra en una amplia variedad de legumbres (judías, lentejas o garbanzos) y productos lácteos (leche, yogur o quesos); mientras que los que aportan vitamina C ayudan a la formación de colágeno en la piel, una proteína que ayuda en la tonificación de la epidermis y que se encuentra en los cítricos (naranjas, limones o pomelos), en frutas (fresas, frambuesas kiwis, mangos, papayas y guayabas), así como en verduras (pimientos, brócoli, espinacas, coliflor, repollos y espinacas).
Los alimentos que contienen vitamina E robustecen la dermis y protege a la piel de las quemaduras y está muy presente en los aceites vegetales (soja y maíz), el aceite de oliva, la mantequilla, la margarina y las nueces.
Los alimentos abundantes en betacaroteno, una provitamina que fortalece la pigmentación de la piel, aumenta la producción de melanina tan necesaria para la protección contra los rayos ultravioleta y contribuye a un bronceado saludable. Se halla fundamentalmente en las zanahorias, la calabaza, en los mangos, melones o albaricoques y en verduras de hoja verde como el brócoli, las espinacas o las acelgas.
Los alimentos potentes en manganeso fortalecen la condición antioxidante y funcionan como filtro de los rayos UVA, recomendándose para ello la deglución, siempre con templanza, de frutos secos (nueces y avellanas), legumbres (soja o lentejas), marisco (ostras y mejillones) o cereales integrales (arroz integral o avena).
Y los alimentos con omega 3 aceleran el bronceado, evitan las quemaduras y combaten la deshidratación de la piel y este ácido graso es muy notorio en el aceite de oliva virgen, en el de linaza o en el de soja y en los pescados azules (trucha, caballa, atún o sardinas) o los pescados grasos como el salmón.
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