El género del romance es uno de los más odiados y más amados en el conjunto del cine. Es más, muchas películas de cualquier otro género siempre tienen un matiz romántico, un enamoramiento, la relación de una pareja, un amor no correspondido, un affaire, etc. En mi último artículo me refería al sexo y a la violencia como los pilares del cine actual, esto es algo de lo que estoy muy convencido. La dinámica de alternar escenas de estas temáticas para captar la atención de los espectadores mundanos. Y claro, el sexo va de la mano con el amor (en términos generales). Nunca solemos presenciar una escena de índole sexual de manera gratuita, esto es por la relación amorosa de dos (o más) personajes o por una infidelidad.
El sociólogo Niklas Luhmann pensaba que en cada época histórica había un código del amor. Siendo este un medio comunicativo entre personas, mediante el cual distinguirían los gestos, actitudes, y formas de amor de las que no lo son. El amor constituiría un sistema social particular. Es así como el código de amor ha cambiado con el tiempo, y sobre todo lo podemos ver muy bien representado en el cine. Vamos a poner como ejemplo la película El Apartamento (B. Wilder, 1960). El Apartamento además de ser una auténtica obra de arte, tanto por la parte escenográfica como por la parte argumentativa, es realmente una gran comedia romántica en la que podemos observar el código del amor de los años sesenta. En calidad de paréntesis me veo en la obligación de resaltar un gran aspecto de esta película, su gran capacidad para trasmitir el pesimismo y la miseria que sufre el personaje durante algunos momentos de la historia, esto siendo una comedia romántica. Ahora bien, retomando el tema del código moral, en la película podemos presenciar un modelo de historia romántica bastante conmovedora. Como el sentimiento prevalece y resulta gratificante el enamoramiento entre los personajes principales.
Dicho esto, ¿Cómo veríamos el código del amor de la actualidad? El filósofo español Gustavo Bueno hablaba de una «vuelta a la caverna» en la que el filósofo se volvía a introducir en la caverna (Mito de la Caverna de Platón) en la que estaban las personas siendo engañadas por sombras, apariencias; así el filósofo informaba a sus compañeros de la verdadera realidad que había más allá de las sombras de la caverna. Pues en sentido figurado las sombras sería la televisión. Por esto Gustavo Bueno colaboró en numerosos programas televisivos de su tiempo. Considero que en la actualidad habría que revisar esto, aunque la televisión sigue teniendo mucha relevancia, el principal sistema de comunicación entre personas son las redes sociales. Por lo tanto, si tenemos que bajar a la caverna, habría que buscar entre las redes sociales.

Haciendo una revisión rápida de estas, daremos cuenta de que una de las películas de temática romántica más renombradas es 500 días juntos (500 Days of Summer). Este filme nos ofrece la entrañable historia de Tom, un chico común que conoce por casualidad a Summer, una chica con una personalidad muy marcada, de la que se acabará enamorando. Así en la película veremos el peculiar desarrollo de la historia de amor entre estos dos individuos. Bueno, esa es la definición bonita, realmente cuando uno termina de ver este filme se da cuenta de la bazofia que acaba de presenciar.
El personaje de Tom viene a representar la inmadurez, una persona que no tiene las ideas claras en su vida y a la primera oportunidad se autogenera una relación de dependencia hacia otra persona (la sumisión de la que hablaba Fromm). Por otro lado, el personaje de Summer representa a una persona sociópata, alguien con un comportamiento bastante cuestionable, que se dedica a manipular a otras personas. La historia se va desarrollando en base al desengaño amoroso que sufre Tom y su modo de afrontar la situación. Con respecto a la estética de la película he de decir que a lo largo de esta se mantiene un ambiente de los años dos mil, el cual resulta muy acogedor, además de que es notable que no se ha abusado de montaje en postproducción. Y que más decir sobre esta película, como una película de carretera sería resultona, pues su aura de comedia de enredo mantiene a cualquier espectador entretenido, pero no busquemos más allá de esto.
Realmente ver que estas películas triunfan cada vez más y muchas personas las toman como ejemplo o como modelos a seguir pues resulta muy preocupante. No necesariamente porque los códigos del amor de otras épocas sean mejores, sino por que los de nuestra época, o algunos de ellos, son verdaderamente nefastos. ¿Quién es capaz de enamorarse de una persona inmadura o enferma? Cada vez es más necesaria la vuelta a la caverna de la que hablaba Bueno.
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